La visita inesperada
Fecha: 26/12/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Chicles, Fuente: CuentoRelatos
... después de que satisfice tu deseo, cenamos. Llevamos nuestro café a la cama, donde platicamos sin meternos en las cobijas. Fumábamos con el cenicero al centro y nuestros cuerpos acomodados de manera encontrada, quedando el sexo de uno frente a la cara del otro. Tu plática me sugería que tu esposo sabía que me verías, pero no creo que así como estábamos, aunque no lo podría asegurar... Ambos siempre me parecieron muy liberales, incluso más de lo que la diferencia de edades, mía con respecto a las de ustedes, pudiera explicar.
Siempre me agradó la camaradería que tenían en su matrimonio y disfruté las largas pláticas que de vez en cuando teníamos; en ellas se hablaba de todo, sin pudor, e invariablemente concluían en la madrugada, después de que alguno de ustedes dos se iba a dormir o cuando aparecían los primeros rayos del sol. También me agradaba tu rostro y los gestos que expresaba. Ciertamente la juventud que tenías hacía que fuera muy agradable verte, y se complementaba con tu gran cultura, la cual hacía que tu plática fuera amena y ni por asomo correspondiera con lo charla sosa del común de tus contemporáneos. Era claro que esa madurez les hiciera más propensos a tener amistad con personas de edad similar a la mía, aunque en mi caso yo supongo que también estaba presente el apoyo material e intelectual que obtenían cada vez que lo requerían, tanto para sus estudios como para salir del paso económicamente mientras llegaba la beca de tu esposo cuando se retrasaba. Por ...
... ello, al descubrir tu gran potencial te ayudé a conseguir una beca para que tú, aunque también fueras extranjera, continuaras estudiando sin necesidad de pagar lo que la universidad cobraba a quienes no fueran mexicanos.
—Eres bella —dije antes de dar un beso en tu pubis.
—Tú también me has agradado siempre. Conforme te fui conociendo más, me parecías más atractivo y varias veces soñé dormida y despierta con estar alguna vez así contigo. No sé si por estar lejos de nuestro país y de nuestra familia nos ha hecho más maduros, más solidarios y más libres; libres en muchos sentidos, incluido el aspecto sexual. Rubén y yo estamos muy agradecidos contigo por lo que nos has apoyado, ¡fue una gran suerte conocerte! ¿Te acuerdas cuando llegamos la primera vez contigo? Entonces, sin más que decirte que estábamos en apuros y que un amigo nuestro nos dijo que te buscáramos cuando necesitáramos ayuda, nos la diste sin preguntar más.
—Sí, pero esto se lo deberán siempre a Julián, a él nunca podría haberle negado nada. Me llena de coraje que haya muerto. Era muy brillante y honesto. Sé lo que para él pudo significar el cariño que les tenía al darles mi nombre y dónde encontrarme cuando requirieran algo —señalé, embargado de tristeza al recordar a aquel amigo, y la impunidad con la que lo habían asesinado los militares de su patria.
Nos quedamos en silencio. Tu mirada fue hacia el techo y rodaron algunas lágrimas por tu rostro.
—¿Por qué? —gritaste antes de soltar el llanto ...