1. Fantasía en tres actos (2)


    Fecha: 28/12/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Vaquita, Fuente: CuentoRelatos

    ... Mario, quien sólo sonrió.
    
    –¿Por qué garañón”? – me preguntó segundos después, sin abrir los ojos y decidí explicárselo con una acción.
    
    –Por todo esto que me diste –le contesté poniéndome con las rodillas a los lados de su cara, dejando que le escurriera en la boca su propia lefa.
    
    Mario se desconcertó al principio, pero cuando abrió bien los ojos y sintió mis bellos en su rostro, acicateado por el olor a sexo consumado se puso a abrevar lo que me escurría y luego me chupó con fruición exagerada, sorbiendo mis labios interiores y el clítoris. No aguanté más y lancé un grito muy agudo al tener sorpresivamente un orgasmo extra.
    
    –¡Puto, me vas a matar de placer! –grité más fuerte al sentir los paseos de su lengua y el vacío que su boca hacía con los pliegues de mi sexo, mientras sus manos me sujetaban de las nalgas para que no me separara. No resistí más placer y me dejé caer de espaldas.
    
    Estuvimos más de quince minutos descansando con los cuerpos encontrados, solamente acariciándonos y dándonos jalones de vellos. Bueno, yo también recibí besos y chupadas en los pies.
    
    Mario sacó del frigobar un par de botellas de Caribe Cooler de durazno, me pasó una y nos sentamos en el sofá, sobre la ropa.
    
    –Por lo visto te gusta hacer el sexo oral, te sale delicioso –le comenté.
    
    –También me gusta recibirlo… –retobó, y caí en cuenta que yo no se lo había hecho–. ¿Se lo haces a tu esposo?
    
    –Sí, y él también a mí, pero tú lo haces mejor. Nunca me había venido tan ...
    ... rápido. ¿A tu esposa le gusta hacerlo?
    
    –No, sólo cuando está muy caliente ella me chupa, pero sí le gusta que yo se lo haga. Te voy a confesar algo: nunca me he venido en la boca de alguien –dijo y sonreí porque lo entendí como una petición– y tu hermosa boca me gusta para eso… –dijo y me dio un pequeño beso en los labios.
    
    –A ver si lo logramos al rato que vuelvas a cargar baterías y combustible, porque me dejaste la vagina inundada –le contesté regresándole el beso y acaricié sus huevos–. No sé cómo sea el caso de tu matrimonio, pero según lo que me han platicado algunas amigas, a ellas no les gusta mamar verga pues sienten arcadas, y, aunque a veces lo hacen, lo que no soportan es que la pareja se venga en su boca y escupen el semen de inmediato. Por otra parte, algunas me dicen que sus parejas (así, en plural) a veces se tardan más de media hora en venirse así.
    
    –Aunque sea así, me gustaría que lo intentáramos, y en un 69 para que tú también te mantengas en el deseo –expresó.
    
    Platicamos más sobre nuestros cónyuges y las fantasías de ellos. Su esposa Lina me pareció con más limitaciones que yo. Le conté que mi marido fantasea, cuando me coge, que otro me estuviera dando su pene para que se lo mamara, o viceversa. Yo lo ayudo diciéndole que me gustaría estar en medio de un sándwich con él y otro de verga grande y Miguel, mi esposo, se pone más arrecho. Pero ya nada se retoma fuera de esos momentos.
    
    También, alguna vez Miguel me confesó que en su juventud le gustaba ...