1. Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (7)


    Fecha: 02/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos

    ... increíble. El calor del interior de su coño era maravilloso, y pronto estuve cerca del orgasmo. Nuria se dio cuenta de ello por mi cara, pero en lugar de frenar sus movimientos, me dijo que me corriera. Aliviado, cerré los ojos y me dejé llevar. Sentí como una corrida enorme, se metía hasta el fondo de su coño. Después de diez días sin hacerlo, sentí que nunca me había corrido tanto, y que mis huevos por fin respiraban.
    
    Nuria se quedó un rato más con mi polla dentro, a lo que le siguió algo que esperaba, y secretamente deseaba, que volviera a hacer. Acercó su coño a mi rostro, y lo limpié hasta quedó impoluto. Como remate final, Nuria me volvió a poner la jaula. La besó tiernamente, y nos vestimos.
    
    Durante los siguientes días preparé la mudanza. Les expliqué a mi hermana y padres que me mudaba con mi novia, cosa que les sorprendió bastante, pero aceptaron de buenas maneras.
    
    Los primeros días en mi nuevo hogar fueron bien. Hicimos algunos cambios en su cuarto, compramos una cajonera más, y poco a poco me fui acostumbrando a dormir allí diariamente.
    
    Respecto a la vida sexual, durante esos primeros días decidimos tomarnos un respiro. Nuria me quitó la jaula de castidad, y no hicimos gran cosa, salvo sexo normal un par de veces. Como era ella, por mutuo acuerdo, la que decidía lo que hacer o no sexualmente, yo acepte esta situación pasivamente, y pese a que le pregunté al respecto pasados cinco días sin femdom, esquivó mi pregunta como pudo y cambió de tema. Algo ...
    ... trama, pensé yo. Y no iba muy desencaminado.
    
    A la semana, llegué de la Uni, y ella ya estaba en casa. Me esperaba en la habitación, tumbada sobre la cama, desnuda y con el dildo strap on negro más pequeño, acoplado a su pelvis. Nada más pasé, me ordenó que me desnudara yo también, y procedió a ponerme la jaula de castidad. Acto seguido, me untó mucho lubricante en el ano, y me ordenó que me pusiera en cuatro sobre la cama. Todo fue muy rápido, sin darme tiempo ni a asimilar la situación. Llevábamos siete días sin ningún tipo de femdom, y ahora en cuestión de dos minutos estaba con mi culo en el aire, esperando a ser follado después de bastante tiempo. Como le gustaba a Nuria romperme los esquemas, sorprenderme, imponer su voluntad mediante caprichos.
    
    Me folló durante un buen rato. Al inicio me incomodó muchísimo físicamente. Con el paso de los minutos lo incómodo se transformó en placer, y nuevamente en incomodidad. Pese a su ritmo constante, no conseguía ni de lejos estimularme lo suficiente como para llegar al orgasmo. Aguanté el tiempo como pude, arqueando la espalda y cruzando los brazos sobre la cama, en los que apoyaba la cabeza cerrando los ojos. Al cabo de veinte minutos, Nuria seguía. Yo lo estaba pasando realmente mal, porque nunca me había follado tanto tiempo. Pero por orgullo, no quería mostrarme débil, por lo que no dije nada.
    
    Por fin, casi a la media hora, en la que no había sacado el dildo ni una sola vez, por fin frenó, y lo fue sacando lentamente. Me ...
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