1. Femdom de cuarentena. De novio a esclavo en castidad (7)


    Fecha: 02/01/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: iñigogom, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedé con una sensación de vacío y alivio total. Me tumbé sobre la cama de espaldas, y solté un gran suspiro. Pero entonces Nuria me ordenó que me pusiera en cuatro de nuevo inmediatamente, cogiéndome del pelo. Una vez en cuatro de nuevo, sin ver lo que pasaba, esperé. Nuria había adivinado el enorme alivio que había sentido al sentir mis entrañas sin la presencia de un extraño miembro en ellas, y me dijo:
    
    -Lo siento pero no puedo permitir que te sientas tan aliviado después de esto.
    
    Entonces procedió a ponerme el plug anal más ancho de todos. Por la follada de antes, no le resultó muy complicado. Una vez con él, pude incorporarme. Sentí inmediatamente la incomodidad. Pero me dio a la vez mucho morbo.
    
    -Lo vas a llevar hasta nuevo aviso. ¿De acuerdo esclavo?
    
    -Sí, ama.
    
    -Así me gusta. Ya puedes vestirte, se acabó la sesión. Cambiando de tema, ¿te apetece ir ahora a la nueva exposición del Reina Sofía sobre dadaísmo?
    
    -Emmm, sí, venga. ¿Pero entonces tengo que llevarlo en la calle también?
    
    -Claro cariño. Dije hasta nuevo aviso.
    
    Salimos a la calle, y se hacía muy incómodo andar, porque sentía como el plug iba tocando varias partes de mi culo al ritmo de mis pasos, y volvía a tener la jaula de castidad, después de muchos días sin ella. Pero nos pusimos a hablar, y sorprendentemente al cabo de unos minutos se me olvidó casi del todo la presencia del plug. Al sentarme en el bus, sin embargo, volví a acordarme intensamente de él, ya que se me metió hasta el ...
    ... fondo. Nuria lo notó, y me besó medio riéndose.
    
    Una vez en el museo, Nuria me dijo que estaba demasiado cachonda y que quería que fuésemos al baño. Entonces se sentó en el váter, y mandándome ponerme de rodillas, empecé a chuparle el coño mientras la penetraba con dos dedos, hasta que se corrió dos veces. Después limpié tanto mis dedos como su coño con mi lengua, y salimos. Mientras ella se había quedado súper a gusto, yo era ahora el que estaba súper cachondo. En consecuencia, no podía disfrutar mucho de la exposición, ya que por mucho que lo intentara, mi polla pedía a gritos ser liberada y sentía como el líquido preseminal humedecía mis calzoncillos. Fui hacia Nuria y se lo dije, mientras le metía mano en su coño, de lo caliente que estaba. Ella reaccionó sorprendida y me la retiró inmediatamente.
    
    Como si esto no fuera suficiente, al volver a casa mi calvario aumentó. Primero, Nuria se quitó las bragas. Yo pensaba que querría que le comiera el coño de nuevo, pero no. Escupió sobre ellas, y me las metió en la boca, seguido de un gag. Si creía que el gag era incómodo, imagínate con unas bragas entre la garganta y el gag. Evidentemente, empecé a tener arcadas y a toser. Mientras, Nuria me hacía fotos. Estuve a punto de quitarme el gag yo mismo, pero me contuve. Miraba fijamente a Nuria pidiéndole clemencia, y mientras sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas por la incomodidad física que me estaban generando sus bragas.
    
    -Esto, por lo de antes, Iñigo. Que sea la ...
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