Ingenieros
Fecha: 02/01/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Flyer, Fuente: CuentoRelatos
Claudia era una chica desgarbada. Pelo enrulado castaño, cara redonda, algo bonita pero todavía con algún resabio de acné. Siempre llevaba unos anteojos cuyo diseño no la favorecía. Su estatura era mediana, culo más bien amplio y tetas pequeñas. No es que fuera lo que se dice una tabla, aunque lo poco que tenía se deslucía aún más con su vestuario descuidado. Aunque esto era lo habitual en el segundo año de una de las universidades de ingeniería más exigentes de Buenos Aires, donde concurríamos. Esto a finales de los 80, y el alumnado era 90% de hombres. ”Si no camina de costado, se debe considerar cogible” decía una broma machista en la facu.
Tampoco es que yo era un adonis o me vestía como un modelo. Era más bien un flacucho del montón, algo encorvado, que luchaba con su timidez. Aunque con altas aspiraciones en materia de chicas. Nerds, nos llamarían a cualquiera de los dos, pero ese era vocabulario del futuro entonces.
Claro que las hormonas son las hormonas, y a los 19 años “cualquier agujero es trinchera” como decía un amigo que había ingresado a la escuela militar. La mayoría de edad también traía la novedad del automóvil, y el alcohol en las salidas nocturnas. Estas eran frecuentes, estimuladas por esa necesidad establecer nuevas relaciones entre un grupo de jóvenes en el cual pocos se conocen de antemano que viene con los primeros años de la universidad. Así fue como una noche bastante pasados de tragos, mediando el pretexto de llevarla a casa en mi auto, ...
... cogimos por primera vez con Claudia. Mala mañana la siguiente. Mi miedo a que ella pensara que se iniciaba una relación seria (el mandato cultural de aquellos años de era gravitante) me tuvo a mal traer. Pero pronto se esclareció que el carácter casual del encuentro era recíproco. El proyecto de vida de Claudia era estudiar ingeniería nuclear en un selecto instituto nuestro país, cuyos exámenes de ingreso se rendían en tercer año. Esto requería mucha dedicación y compromiso, y al ingresar, mudarse de ciudad. Nada de noviazgos serios para Claudia. Si quizás para mí, pero no con Claudia.
Igualmente nos seguíamos atrayendo de alguna manera. Hoy seríamos amigos con derechos, aunque Claudia ponía obsesivamente el estudio en primer lugar y no eran muy frecuentes nuestros polvos. Mi mano aliviadora tenía bastante trabajo, y si de conseguir otras chicas se trataba, a la hora del levante no me iba nada bien. En cuanto a Claudia, no sé cuánto lo disfrutaba, a veces creo que cogía solo por sentirse hembra en ese ambiente varonil. No era virgen (ni yo) en ese primer polvo en el auto, aunque si claramente inexpertos ambos. Sus orgasmos eran tenues, quizás hasta los simulaba. De nuevo, su obsesión era el estudio.
***
Una tarde estábamos estudiando en casa, y luchábamos contra un ejercicio de física que no podíamos resolver. De pronto pasa mi hermana y nos avisa que sale un rato, con lo que quedamos solos. No bien escucho cerrarse le puerta:
- ¿Cogemos Clau?
- Ni en pedo, hay que ...