1. Cuando una puerta se cierra, unas piernas se abren


    Fecha: 02/01/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: marori73, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenzó a hacer una esplendida mamada.
    
    Juan, mientras se follaba su culo, comenzó a estimularle el clítoris, y al rato, los dos se corrieron a la vez. Juan salió de culo, y puso su polla cerca de la mía, para que nos chupara las dos.
    
    Al poco tiempo, estábamos listos de nuevo.
    
    Ruth miró complacida su trabajo, y dijo:
    
    —No esperaba empezar así el año, como me ponéis! Voy a limpiarme un poco
    
    Se dirigió al baño, mientras se podía ver una buena cantidad de semen caer desde su culo, piernas abajo. Volvió enseguida, ya limpia.
    
    Se tumbo entre nosotros, y yo, instintivamente, lleve una mano a su vulva. Su clítoris permanecía hinchado y húmedo. Comencé a frotarlo suavemente, mientras le mordisqueaba un pezón. Juan atrapo el otro en su boca mientras un dedo se perdía dentro de su vagina. Ella tomo nuestro miembros con sus manos, pajeandonos muy lentamente. Se giró sobre mí, y mi polla se introdujo en su coño, entera, de golpe. Se fundió en un beso apasionado y húmedo mientras notaba como elevaba su culo, ofreciéndolo a su chico. Noté como la polla de Juan se enterraba dentro de ella bien profunda. Comenzamos de nuevo el juego, pensé. Yo apenas podía moverme bajo ellos, siendo los envites de Juan los que marcaban el ritmo de aquel polvazo. Estuvimos un buen rato en esa postura. Juan se salió. Fue al mueble del fondo y vino con varios cinturones. Ayudo a Ruth a salirse de mí, y me incorpore, mientras la tumbaba a ella en la cama, boca arriba. Le separó mucho las piernas ...
    ... y le un tobillo a cada lado del cabecero. Por instinto, hice lo mismo con sus brazos. Así de expuesta, indefensa, estaba aun más sexy si cabe. Juan se tumbo sobre ella y empezó a follarla de nuevo. Yo arrimé mi polla a su boca, tome la cabeza con las manos y comencé a follarle la boca, provocándole varias arcadas y que salivara mucho. El ritmo de Juan era frenético a estas alturas por lo que supuse que estaba a punto de correrse, pero Ruth lo hizo primero, entre jadeos y espasmos, y con la boca llena de mi polla, deseosa de follarmela otra vez. El momento no se hizo esperar, Juan salió de dentro de ella para tomar mi sitio en la boca diciendo:
    
    —Follatela, que esta deseándolo!
    
    Y le empezó a follar de nuevo la boca entre jadeos y gruñidos, mientras se corría en el fondo de su garganta
    
    Yo me situé entre sus piernas, me deleité viendo sus labios hinchados y enrojecidos, y se la metí hasta el fondo. Comencé a bombear con fuerza y ganas, como queriendo romperla en dos, y note que me iba a correr. Casi no me dio tiempo a sacarla, para correr a su boca, y metérsela entera de nuevo, donde descargue todo. Juan se afano con la boca y los dedos en su entrepierna, arrancándole un nuevo orgasmo.
    
    Tras ello, caímos derrotados en la cama. No comimos las uvas de la suerte, pero dimos las campanadas. Fue una noche memorable. Nos retiramos a darnos una ducha, ellos en el baño de arriba y yo en el cuarto de invitados, donde me ofrecieron quedarme a pasar la noche.
    
    Al día siguiente, ...