1. Eva y el vagabundo


    Fecha: 10/01/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos

    A Eva de 24 años, siempre le encantó la independencia, apenas cumpliendo 18 se independizó de sus padres consiguiendo un lindo departamento el cual compartía con su mejor amiga.
    
    La joven universitaria era la sensación del edificio, debido a su atractivo, acostumbrada a ser fiel usuaria de gimnasio, tenía un cuerpo de diosa, de pechos grandes bien erguidos, desafiantes, incitantes, así como una perfecta cola, bien parada, y dura, junto con su cabello rubio bien claro y suavemente enrulado todo coronado con una delicada cara de inocente debido a sus grandes ojos color miel.
    
    Eva gustaba de siempre traer ropa ajustada, haciendo notorio tan suculento cuerpo por lo que era inevitable las miradas continuas cuando andaba por la calle, principalmente dirigida a su parada cola, también resaltando sus largas y torneadas piernas y abundantes senos, nada pasaba desapercibida en aquella joven.
    
    Le encantaba salir de viaje, buscaba la aventura, rechazaba a cualquier pretendiente, no llevaba hombres a su departamento ya que tenía la cabeza puesta en sus metas, la cual era convertirse en una excelente profesora de preescolar, también disfrutaba de ir a bailar y salir de compras.
    
    Realizaba sus prácticas en un colegio importante de la ciudad. Al término del año escolar y habiendo juntado una determinada cantidad de dinero, decidió emprender un lindo viaje a la playa junto con su roomie, organizaron todo, consiguieron mediante una aplicación una casa en renta cerca de la costa, ...
    ... estaba un poco apartada de las otras, pero era bonita y espaciosa, y tenían un tramo de la playa casi para ellas solas.
    
    Estaban felices. Al fin vacaciones. Pasaron el primer día en la playa y con el ardor del primer día de sol, la blanca piel de Eva tomó con erótico color bronceado.
    
    Al siguiente día fueron a pasear las playas públicas, ambas iban vestidas con faldas muy cortitas y arriba solo el top del bikini, al igual que Eva, su amiga también era una rubia despampanante con un cuerpo de infarto, pechos abundantes, vientre plano y cola bien parada, por lo que los comentarios de los jóvenes y no tan jóvenes que pasaban no dejaban de escucharse. Siendo ignorados por ambas, pero mientras que su amiga era de naturaleza más tímida y se llegaba a sentir incómoda de tanta atención de los machos. Eva sentía cierta excitación al sentirse deseada, aunque no se dejaba faltar al respeto.
    
    En la playa casi desierta que estaba frente a su casa, se Eva se retiró la falta quedando solo con un bikini negro chiquito cuya tanga se perdía entre su imponente cola, hasta su amiga admitía que esa prenda le quedaba bárbara debido a ser tan chiquita.
    
    Luego de ese excelente día de playa decidieron descansar para comer algo temprano y salir a la noche, hacer algo.
    
    Cuando llegaron a la puerta de la casa, notaron que junto de uno de los árboles cerca de la entrada, estaba su sujeto parado, que se les quedaba viendo fijamente, causándoles algo de desconfianza.
    
    Eva sin saber que más hacer le ...
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