Eva y el vagabundo
Fecha: 10/01/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Usuario720, Fuente: CuentoRelatos
... escaleras, simulaba estar admirando las olas en el horizonte, pero veía de reojo a su viejo admirador, mientras ella sacaba sus nalgas que ese día iban cubiertas solo con un pequeño short.
El cómo siempre se la comía sin disimulo con la mirada, Eva observó que, sobre su pantalón, se notaba un enorme bulto sobre su bolsillo, de primera pensó que sería algo que el sujeto tenía guardado en los pantalones. Eva no era ingenua, sabía que el viejo mendigo se excitaba al verla, pero es que aquello se notaba muy grande, de ninguna manera podía ser su miembro.
Sin embargo, en otro día se repitió la escena, Eva se quedaba afuera, básicamente modelando para el viejo, no hablaban, solo se comunicaban con la mirada, fue ahí que comprendió que efectivamente ese bulto era ¡su bulto! De verdad se marcaba enorme. Eva duró un buen rato viendo la entrepierna del sucio sujeto hasta que notó que la había descubierto, avergonzada levantó la mirada, el hombre sonreía enseñando sus amarillos y cariados dientes.
Al entregarle la comida ese día y se despidieron del viejo quien se esperó a verlas entrar, al subir los escalones de la entrada, Eva se movía sugerentemente mientras reía para sí misma con lo que acababa de ver.
Esa noche, durante su ceremonia en el balcón, usando solo una de sus tangas y una blusa de tirantes delgada que le dejaba el ombligo descubierto. Seguía pensando en el pordiosero lo imaginaba observándola desde la distancia, lo que hacía que tomara poses sensuales sobre ...
... el balcón, inclinándose, dando la espalda para exponer su retaguardia, llegó incluso a desprenderse de su blusa para una sesión de topless.
Casi podía ver como el viejo y harapiento hombre se hacía una chaqueta de campeonato mientras la veía, soñando con subir al balcón para someterla y saciar su lujuria y fantasías sexuales con juvenil y sexy cuerpo. Esa idea, por ridícula y grotesca que le pareciera, estaba calentando a la joven rubia.
Recordaba con nostalgia la última vez que se la había cogido rico, ya hacía demasiado, sentía las tremendas ganas de masturbarse, entró tirándose a la cama, donde y poco a poco fue abriendo sus hermosas piernas de ensueño, llevo sus dedos al nacimiento de su exquisito y perfumado rubio monte de venus, y se dio a masturbar por unos buenos minutos,
Le temblaba todo su curvilíneo cuerpo por la ansiedad que le causaba el pensar en aquella enorme verga, metiendo y sacando sus dedos a la vez que estimulaba su sensible clítoris. Eva se sacudía y contorsionaba en movimientos coitales.
-¡!Ohhh!! ¡!Por Dios!! ¡!Pero que ricooo!! -exclamaba la caliente hembra en la soledad de su habitación y perdida en la niebla de la lujuria.
-¡Ahh!! ¡Siii!! ¡Ahhh!! ¡!Que ricooo!! ¡Ahhh!! ¡Ahhh!! ¡Ahhh!! Eva explotó en un violento orgasmo, quedando rendida en la cama, siguió imaginando lo que el mendigo sucio y maloliente deseaba hacer con ella, hasta quedarse dormida.
Se hallaban ya en el último fin de semana de las vacaciones, el viernes mientras ...