Me follo a la madre de mis amigas de la infancia
Fecha: 27/01/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: PerversoDe28, Fuente: CuentoRelatos
Al fin pude cumplir una de mis mayores fantasías que tenía en la vida, follarme a una madura, ya sea vecina, conocida laboral o que mejor que la mamá de mis amigas de la infancia.
Yo no conocía a la señora, solo había convivido con sus hijas un par de años de niños, ya había pasado el tiempo y cada quien había hecho su vida.
Por algunas circunstancias la señora tuvo que regresar a la CDMX a vivir, ya que vivía en Monterrey.
La señora no estaba de mal ver, era chaparrita güerita, conserva muy bien su figura a pesar de sus 45 años.
Se veía que todavía traía la juventud encima y le gustaba pasarla bien con jóvenes, tuvo que rentar un departamento cerca de mi casa lo cual facilitaba verla diario salir por su mandado o simplemente verla fumándose un cigarrito por las noches en la calle.
Poco a poco, pasando el tiempo comenzamos a interactuar, saludándonos cómo cualquier vecino que se encuentra por la calle, a veces sola o con sus hijas, aunque yo la observaba con ojos de deseo y supuse ella lo notaría, siempre vestía leggins ajustados y shorts muy pequeños trasparentando tangas o cacheteros de encaje.
Hasta que llegó una noche que yo regresaba de laborar cansado, y no esperaba lo que sucedería después.
Me encontré a la señora afuera de mi casa fumándose un cigarrillo y hablando por teléfono, en cuanto me vio corto su llamada y me saludo bruscamente llamando mi atención.
La saludé y comenzamos a conversar, resulta que se había quedado sin empleo y tenía ...
... que pagar parte de la renta de su departamento, se encontraba muy estresada, o eso pude notar, así que la invité a pasar a mi casa a tomar un té o un café para que se relajara, no pensé que fuera aceptar, pero así fue, se metió a mi casa inmediatamente.
Sentí un escalofrío muy fuerte, supongo que era de emoción a algo por el estilo, la mujer que había deseado había caído fácilmente a mi hogar con el pretexto de la falta de dinero, sabía que lo que sucediera esa noche, me iban a costar unos cuantos pesos.
Cerré la puerta de mi casa, recién estaba llegando de laborar, encendí las luces y mi sala se encontraba un poco desordenada, mientras recogía un poco ella seguía charlando y contándome su situación económica.
Yo le daba pequeños consejos y le recomendaba empleos donde yo había laborado y era más fácil que la contrataran, ella accedió a tomar unas cuantas direcciones de empresas.
Seguimos charlando mientras tomábamos café, ella sentada alado de mi en el sofá principal, las luces estaban tenues y me tomé un momento para observarla de pies a cabeza.
Realmente era guapa la señora, su perfume olía muy femenino y fresco, se veía que recién se había bañado, yo en cambio venía sudado del día común laborando. Vestía unos leggins color blanco que trasparentaba su tanga y sus grandes nalgas, ya que las tenía bien paraditas y en forma.
Vestía unos zapatos rojos junto con una blusa color menta con un pequeño escote, no tenía muchos pechos, pero se defendía por su gran ...