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Tras el primer concierto (I)
Fecha: 01/02/2024, Categorías: Gays Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... las negaciones que había sufrido su pene. Recordando las palabras y normas de Héctor se apartó de un salto, como atravesado por una corriente eléctrica. La manaza de Héctor ejerció más presión sobre su muslo, gentil pero firme. Al girarse a mirarle la sonrisa en su rostro era cálida, alentadora. Al advertir su confusa expresión Héctor se echó a reír y aferró el muslo del joven, subiendo hasta agarrar su pene sobre la ropa. –¿Recuerdas lo que te dije de acostarse sólo con quien yo te digo que puedes? Bueno, acabas de conocer a la otra persona con quien puedes poner el culo si te apetece y si me pides permiso antes. –¿Va en serio? –preguntó Álvaro incrédulo, mirando a ambos hombres como si se temiese que todo fuese una broma de muy mal gusto. –Bueno, a parte de pedirme permiso es evidente que no va a ser sólo con él. Nos mola compartir a las conquistas, pero siempre en tríos. Sköll esbozaba una ancha sonrisa con una expresión satisfecha, su mano volvió a la entrepierna de Álvaro que esta vez no se apartó, pero tampoco participó, todavía dubitativo. Héctor apretó ligeramente su mano, bajando la cremallera del pantalón y haciendo a un lado el tanga, dejando al aire el pene del joven que jadeó, sin saber muy bien qué hacer. Notando sus nervios y su falta de experiencia Ambos hombres tomaron la iniciativa, acariciándole despacio. Héctor comenzó a masturbarle, moviendo su mano arriba y abajo por el pene del joven que ya estaba goteando. Sköll coló la mano por dentro de ...
... la camiseta, subiendo hasta encontrar uno de los pezones. Le pellizcó con fuerza y parecía estar dispuesto a más cuando su teléfono sonó, sobresaltando a todos. El músico echó un molesto vistazo al móvil y se puso de pie. Recogió el disco que el joven había dejado sobre la mesa y tras añadir su firma a la de los demás se encaminó hacia la puerta con pasos pesados y rápidos. Con la mano sobre el pomo echó un vistazo atrás y asintió una sola vez, en dirección a Héctor más que Álvaro. Abrió de un tirón y se marchó sin decir una sola palabra más, dejando al joven confuso y cachondo. –No es como te esperabas ¿eh? –¿De qué iba todo esto? –preguntó Álvaro moviendo ligeramente las caderas. –¿No lo has adivinado? –al ver que el chico negaba con la cabeza Héctor se recostó en el sofá sin volver a tocarle, ponderando cuánto contarle y calibrando el aguante que tendría. Se encogió de hombros y rodeando los menudos hombros del chico con el brazo empezó a hablar en un tono bajo y sosegado, diferente al que usaba habitualmente–. Mira, te cuento esto sólo porque lo considero justo. Sköll y yo somos amigos desde hace muchos años, nos conocimos cuando éramos más jóvenes y porque tenemos gustos en común, nos hicimos íntimos y de cuando en cuando nos gusta montarnos tríos. Él está sano, yo estoy sano y procuramos que el que participe en el trío lo esté también. –¿Ese es el motivo? Por el que me has traído aquí –preguntó Álvaro ligeramente dolido. –No, eso es lo que te ofrezco ...