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Tras el primer concierto (I)
Fecha: 01/02/2024, Categorías: Gays Autor: ShatteredGlassW, Fuente: CuentoRelatos
... cierta timidez se dirigió a los músicos. Para su sorpresa y lejos de lo que habría esperado de una banda de black metal, la mayoría de ellos estaban bebiendo agua mineral, y Helblindi un té de color dorado con un fuerte olor a limón y miel, sin duda para cuidar sus cuerdas vocales. –¡Novato! –exclamó al verle, con la voz ligeramente ronca por el esfuerzo en los guturales– ¿Te ha gustado el concierto? –Ha sido una pasada –asintió con fervor acercándose más a ellos. –Y que lo digas –asintió el cantante risueño–. Por cierto, vamos a ir ahora a tomar algo, de tranquis ¿te apetece venir? Abrumado por la oferta observó el maquillaje corrido de sudor de los músicos, sus expresiones amables y sonrientes. Iba a responder cuando un pesado antebrazo cubierto de tachuelas afiladas y clavos le rodeó por los hombros, haciéndole tambalearse momentáneamente por el peso inesperado y convirtiendo en un milagro el hecho de no pincharse con ninguno de los adornos. Al mirar hacia arriba vio que Sköll sonreía a sus compañeros, con Héctor a su lado. –En otra ocasión. Me gustaría ponerme al día con Héctor y, por lo que me ha contado, si Albertito se entera de que su hermanito se ha ido por libre nos mata a todos. ¿Qué os parece si en el próximo concierto salimos después a cenar todos juntos? Yo pago, y estos dos están invitados. –Si insistes en pagar… –comentó socarrón el músico mientras se afanaban en recoger para poder irse cuanto antes– invita también a Albertito, hace mucho que ...
... no le veo –remató dirigiéndose de nuevo al joven. –Si no tiene trabajo vendrá, seguro. Va a flipar cuando se lo comente. Sonriendo con indulgencia los músicos se despidieron de Héctor y del joven, quienes se encaminaron a la salida trasera. Unos cuantos fans del grupo esperaban allí a que saliesen los músicos, por los que Sköll les pasó una tarjeta sin acercarse a la puerta. Se inclinó sobre Héctor y tras susurrarle algo al oído se alejó de vuelta al camerino, sin despedirse. Álvaro siguió al hombre hasta el coche, muerto de curiosidad, pero en silencio. Si era algo de lo que tenía que enterarse ya se lo diría, y la verdad es que rodeado de tantos fans de miradas hostiles no se sentía del todo cómodo. Cuando por fin se vio en el coche pudo relajarse y dejar que parte de la tensión acumulada se disipase. Héctor introdujo una nueva dirección en su teléfono antes de arrancar el vehículo. Cuando arrancó a conducir su manaza comenzó nuevamente a tocarle, causando nuevos gemidos y que abriese las piernas. Comenzaba a estar muy excitado y rozando la desesperación. El manoseo de antes, haberse quedado a medias en varias ocasiones y la idea del trío le tenían al límite. Ni siquiera el no saber a dónde se dirigían parecía servir para bajarle la calentura. Los nervios y la impaciencia competían en su interior junto a la lujuria. Iba a soltar el cierre de sus pantalones cuando Héctor le detuvo, indicando con la cabeza el parking subterráneo de un hotel. Aparcando con rapidez en ...