1. El extraño viajero (1)


    Fecha: 03/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    Emilia llegó a la estación autobuses. Era viernes, y después de trabajar había decidido ir a ver a sus padres. Tenía veintiséis años y llevaba trabajando uno por su cuenta realizando programas informáticos para pequeñas empresas. Era buena con la informática, y los clientes apreciaban su trabajo, pero sus relaciones sociales en general no eran demasiado buenas.
    
    Había vivido en un piso compartido con otras chicas durante la carrera, pero apenas se había relacionado con ellas. Su timidez y su introversión la superaban. Varias relaciones esporádicas con diferentes chicos no habían mejorado su sociabilidad, aunque si que había conocido el sexo pero sin demasiado éxito. Cuando lo había hecho con algún chico volvía a casa con una sensación de impotencia porque siempre le faltaba algo, pero no sabía qué.
    
    Vio el autobús que le correspondía y accedió a él. Buscó el asiento grabado en su billete y cuando llegó a la fila correspondiente vio que había un hombre sentado en Uno de los dos asientos paralelos al suyo al otro lado del pasillo. Tendría cerca de los cincuenta, un poco calvo y con algo de barriga. En principio le recordó a su padre mientras se saludaban cordialmente con un gesto.
    
    Emi, que así es como le gustaba que la llamasen, se sentó junto a la ventanilla y el autobús arrancó. Eran de los últimos asientos y la poca gente que viajaba iba dispersada. Era un viaje de un par de horas y Emi pensaba echarse un sueñecito. Se había puesto cómoda para el viaje, unos shorts ...
    ... algo elásticos que se ajustaban a su culazo, porque tenía un buen culazo perfectamente redondeado y algo respingón, del que estaba muy orgullosa y se lo admiraba a menudo ante el espejo. Pensaba que si ella misma no se quería, quién la iba a querer? Sus tetas, sin ser muy grandes, tenían un tamaño considerable, con unos pezones caprichosamente gorditos.
    
    Nada más arrancar el autobús el señor que se sentaba al otro lado del estrecho pasillo comenzó a hablar contándole a donde iba, cuántas veces hacia ese viaje, por qué lo hacía… la voz le pareció agradable, y aunque no estaba interesada intentó mostrar atención para ser educada. También la hizo preguntas que contestó de mala gana.
    
    –No te importa que me siente a tu lado? Es para no tener que levantar la voz! –dijo él a los quince minutos de viaje.
    
    Sin darle más opciones ya se había levantado y prácticamente sentado en el asunto contiguo. Al hacerlo la rozó con una pierna por la estrechez, pero Emi no protestó. Al momento sintió el olor que desprendía a través de la camisa medio desabrochada. Era un olor fuerte y ligeramente desagradable. Emi pensó cuando habría sido su última ducha que se había dado.
    
    Ya había anochecido y el conductor había apagado las luces generales del autobús, y tan solo se veían algunos pequeños focos que habían encendido algunos pasajeros para leer, y que tan solo iluminaban sobre ellos, además de las luces de emergencia.
    
    Ni Emi, ni Vicente, que así es como dijo que se llamaba el hombretón ...
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