1. El extraño viajero (1)


    Fecha: 03/02/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... de él y no pudo evitar que le llevará la mano hasta la enorme verga. La había abierto completamente con todos los dedos estirados en plena tensión, y toda la palma de la mano se pegó al tronco labrado de venas en plena actividad.
    
    –Tócala bien! Ya verás como te gusta sentir este trozo de carne sin hueso en tu mano! –le dijo con voz gutural.
    
    Emi sintió un estremecimiento en todo su cuerpo al sentir ese trozo de carne (como decía el calvo barrigudo) pegado a la palma de su mano. Hizo que lo tocara varias veces y después le soltó la mano para seguir pajeándose mientras la miraba como un felino al acecho de su presa.
    
    El sudor y el olor aumentaban, y Emi sentía que la faltaba el aire en su garganta reseca por la alterada respiración.
    
    –Se que te ha gustado, y que deseas tocarla otra vez, pero no te atreves! –Le susurró contra la oreja.
    
    Emi sintió el susurro, el aliento, incluso las babas de su inmunda boca, y le dio algo de repugnancia, pero no contestó, no gritó, ni le abofeteó como había pensado hacer en algún momento. No quería mirarle de frente, pero sus pupilas se desviaban hasta casi salirse de los ojos para mirar la estaca que crecía desde su regazo.
    
    –Venga, no seas tímida. Si sé que quieres hacerlo!
    
    Volvió a tirar el calvo de su pequeña mano. Otra vez intentó evitarlo de forma inútil, y la palma impactó de nuevo varias veces contra el endurecido miembro. Ya no intentó gritar tan solo miraba con intensidad como aquel gordo asqueroso restregaba la mano ...
    ... contra su polla. Volvió a soltársela para manoseársela de nuevo.
    
    –Te gusta resistirte, eh! –volvió a babear contra su oreja.
    
    El hedor de su cuerpo se mezclaba con el olor a alcohol que desprendía su aliento. Llegó a sentir como la lengua tocaba su oreja, pero tenía la mente aturdida, confusa, intentando asimilar lo que estaba pasando sin saber cómo reaccionar.
    
    Un tercer intento hizo que su mente turbada cediera. Cuando le cogió la mano apenas se opuso, y dejó que la pasara por todo el estirado miembro sin apenas oponer resistencia. Vicente, al notar que ya no tiraba, mantuvo más tiempo ese roce volviendo a susurrar a su oído.
    
    –Ves como te va gustando! Sabía que eras tan putita como mi hija!
    
    Su voz era más ronca, más gutural, y el aliento embalsamado de alcohol impregnó toda su cara. Quizás inconsciente, o quizás conscientemente, fue cerrando los dedos hasta abrazar el venoso tronco. Otro escalofrío recorrió su cuerpo al sentir esa pedazo de verga entre sus pequeños dedos. Vicente, que seguía aferrándole la muñeca, comenzó a moverla despacio.
    
    –Mi hija también se resistió la primera vez, y ahora es ella la que pide tenerla entre sus manos y su boca!
    
    Al ver que Emi ya no se oponía y la sujetaba con fuerza, le fue soltando de la muñeca.
    
    –Así, sigue… despacio… ves como te va gustando! –seguía susurrándole al oído.
    
    Emi tan solo movía su pequeña mano arriba y abajo con los ojos fijos en el agresivo capullo. Un par de gotas afloraron por la punta en el momento ...