1. Una Nochebuena muy buena


    Fecha: 06/02/2024, Categorías: Infidelidad Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    ... y me saludó con un vaso de leche en la mano, mientras ajustaba el cinturón a mi cuerpo.
    
    Pero, cuando abrí la puerta del dormitorio, me quedé paralizada. ¡Mis ojos deben estar engañándome! La habitación estaba oscura, pero no tanto como para no ver ni oír a Mi Mor roncando en nuestra cama. Un escalofrío aterrador recorrió mi espalda. Estaba paralizado por el miedo. Un millón de pensamientos inundaron mi cabeza.
    
    Y: "¡Mor! ¡Despierta!" Lo sacudí.
    
    Mi Mor: "¿Uhh? ¿Qué pasa?" respondió, medio dormido.
    
    Y: "¡Tenemos un intruso bajando las escaleras!"
    
    MI Mor: "No te preocupes, bebecita. Es solo Juan."
    
    Juan era uno de los intendentes en la oficina de Mi Mor, poco agraciado rollizo, corrientito y naco, que, sin familia ni compromiso alguno, vivía de sombra de Mi Mor, pero, siempre de buen humor, muy servicial y dispuesto.
    
    Y: "¿Qué? ¿Con el traje de Santa? ¿Por qué no me dijiste nada?" Susurré con voz tensa.
    
    Mi Mor: "No quería despertarte a ti, ni a las bendiciones. Tu sabes que vive solo y le había ofrecido pasar con nosotros las fiestas, no creí que lo tomara enserio. No es gran cosa. Y no te enojes, pero se ofreció como voluntario para jugar a Santa para los ellos cuando vio el disfraz".
    
    Miré a Mi Mor con incredulidad, buscando palabras para decir. Mi pensamiento estaba casi en pánico. Casi instantáneamente ...
    ... sopesé mis opciones. ¡Estaba chingada, en más de un sentido!, Después de un largo silencio.
    
    Mi Mor: "Vamos, cariño, no te enojes porque Juan pidió ser Santa. Ahora ven a la cama. Son las 3:00 am".
    
    -ooo-
    
    No pude dormir. El desayuno era incómodo, pero la alegría abundante de las bendiciones alivió un poco la tensión. Estaban encantados de que Santa pasara la Navidad con nosotros, pero no pude hacer contacto visual con Juan. Después del desayuno, entré y lavé los platos mientras ellos se preparaban para abrir los paquetes. Noté que mi cinta roja estaba atada alrededor del ángel en la parte superior del árbol.
    
    Santa repartió los regalos, para deleite de mis bendiciones. Interpretó el papel tan bien que hasta yo tuve que reírme. Sin embargo, mi mente nunca estuvo más lejos que los pensamientos de la nochebuena. Después de que se abrió el último paquete
    
    Mi Mor: "Lo siento, Santa, no tenemos un regalo para ti".
    
    Santa "Está bien... Abrí el mío anoche." Él guiñó un ojo y sonrió con malicia.
    
    Por las fechas me vino a le mente la anterior vivencia, espero que lo disfrutaran leerlo tanto como yo compartirlo, no descarto la posibilidad que antes de que termine el año publicar alguno otro relato, de no ser así, aprovecho de una vez para desearles:
    
    ¡Felices fiestas, lleno de parabienes para ustedes y sus seres amados! 
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