Cerrando un buen trato
Fecha: 14/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos
... mejor el contexto. Mi esposo sabe que lo engañé con un tipo el 2010. Luego de la tormenta, le pedí perdón y él, noble como es, lo hizo. Él, hasta la fecha, está convencido que fue solo eso y nada más. Sin embargo, perdí la cuenta de todos con los que me he acostado desde que estoy con él.
No es que sea malo en la cama o algo por el estilo. El problema soy yo que, a veces, no logro controlar mi calentura y le entro no más. Eso no quiere decir que me acuesto con cualquiera. Solo lo hago con los que quiero sin dejar, por supuesto, desatendido a mi amado esposo. Que por qué no lo dejo??? pues porque lo necesito. Por los niños, por el negocio, por mi estabilidad emocional... Ahora que lo pienso... nunca se lo he dicho.
Siempre presumo, incluso con él, que la empresa es mía, que funciona gracias a que soy la que vendo más carros, pero, para ser honesta, los clientes llegan casi todos listos cuando es él quien los atiende. Tal vez nunca se lo diga, pero la verdad es que en este dúo, yo soy la cara bonita y él, el corazón y la cabeza de todo... En fin... qué les puedo decir... desde temprana edad he sido caliente.
II
A fines de mayo del 2015, un par usuarios de la zona franca austral me compraron dos vehículos cada uno, representando aquel negocio la semilla que a la corta germinó, creció y un lucrativo y amargo fruto dio.
Una semana después de la entrega de los carros, uno de los usuarios sureños (Rodrigo), minutos antes de cerrar, se hizo presente con una mujer que ...
... buscaba un carro. El rato pasó y fui despidiendo a todos los demás, quedándonos los tres hasta las 9 pm. Casi al final de la reunión, recibo un mensaje de Rodrigo donde me pedía, por favor, que la despachara por pegote.
El auto de la mujer acababa partir y de inmediato, el sureño grandote mirándome a los ojos con deseo, sin rodeos me dijo, -te follaría aquí mismo, chica calentona-. Con una sonrisa adornando mi cara, repliqué, -todos los sureños son puro bla, bla, o tú eres el único-.
Tuve sexo en la oficina con Rodrigo, sencillamente porque me gustaba. La cuestión, al menos en ese momento, quedó ahí, como lo que fue, sexo casual y mediocre, debo agregar. A mi esposo le tiré el cacho y como siempre, respondió.
Ahora bien, los meses pasaron. Agonizaba enero de 2016 cuando Rodrigo, de la nada, volvió llamar. El motivo era que el fin de semana siguiente arribaría a la ciudad con un suculento negocio para los dos. Los días pasaron lentos. Me devanaba los sesos pensando en cual sería el negocio del cual, el sureño hablaba.
Al llegar, me contó que si me la jugaba con todo, tendría la oportunidad de ser los primeros en obtener con la suficiente antelación la lista de aquellos que serían transferidos a otra destinación. El dueño del tesoro era un militar retirado de unos 60 y tantos años, radicado ya en Punta Arenas y su cliente por años.
Para ello, Rodrigo insistió permanentemente en que tenía que impresionar, al viejo que me presentaría, con el mejor servicio y el más ...