1. Cerrando un buen trato


    Fecha: 14/02/2024, Categorías: Infidelidad Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... bello carro que le pudiera ofrecer, guiñándome el ojo pícaramente como broche de oro a sus palabras. No pude evitar mirarlo con desprecio.
    
    El casi medio minuto de frío silencio que siguió a la conversación, fue quebrado cuando Rodrigo, en un tono casi de súplica, de su boca soltó:
    
    Rodrigo: usted cree que nosotros podríam…- Al ver mi mano levantada con la palma hacia él, calló de una-.
    
    Yo (Valeska): no y no… estuvo rico, pero ni tanto tampoco. Además, nada nuevo tienes para ofrecer por lo que te ofrezco seamos socios de negocios… nada más… tómalo o déjalo.
    
    Rodrigo: comprendo… acepto.
    
    Yo: entonces… deja ver si te entendí. El Don José que me presentarás está buscando un automóvil. La idea es atenderlo bien para que suelte la lista de los transferidos… Es eso?
    
    Rodrigo: afirmativo.
    
    Yo: y cuando me dijiste que vendría?
    
    Rodrigo: el sábado siguiente y estará hasta el martes. Debes cerrar ese día para que el lunes solo te quede la notaría. Comprendes, cierto?
    
    Yo: perfectamente… déjamelo a mí no más. Este negocio no se me escapará.
    
    El día acordado llegó y, en resumen, fue perfecto, pues como siempre la presencia de mi marido resultó impecable. Ese día fui vestida con un vestido de seda muy sexy y corto. Como detalle, no usé sostén, lo que claramente fue decisivo a la hora de lograr el cierre de la venta. Durante toda la reunión, el viejo, no sacó los ojos de mis piernas o escote. Si bien al principio me trató de sra, a mitad de la conversación ya nos ...
    ... tuteábamos sin fingida cercanía.
    
    Al final, el acuerdo que firmamos el lunes en la notaría daba cuenta de la importación y venta de 3 vehículos por la suma de 50 millones de pesos, cancelándose el 50% al momento de la firma y el otro 50% contra entrega. El arribo estaba programado por la naviera entre fines de abril o principios de mayo de ese mismo año. Además me pasaría la lista con la condición de recibir por cada venta efectiva una conveniente comisión. Estábamos felices.
    
    III
    
    Por diferentes inconvenientes, el embarque y posterior llegada sufrió un considerable retraso, sin embargo, el 30 de mayo, por mail, le avisé a Don José que sus carros llegaban el 3 de junio y que ese mismo día, si todo salía bien, serían entregados. Don José contestó casi de inmediato, asegurándome que estarían en la ciudad un día antes: Rodrigo, Oscar (dueño de uno de los carros) y él, para arreglar los detalles al primer día hábil de la semana.
    
    Ese lunes, muy temprano por la mañana (7:30 am), parados fuera de un café céntrico fumando, esperaban por mí los tres pingüinos. A la distancia los noté algo nerviosos, mas cuando la distancia se acortó, lograba verlo con prístina claridad. En cuanto vieron que me acercaba, dejaron de charlar. Fue obvio para mí que yo era el centro de la conversación.
    
    Rodrigo, una vez acomodados en nuestra mesa, llamó al garzón. Luego de realizado el pedido, comenzaron los tres a hablar entre ellos sobre temas varios: fútbol, militares, autos, como retomando una ...
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