Mónica, la puta renacida
Fecha: 20/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Robles Pablo, Fuente: CuentoRelatos
... que el marido pasa todo el día en su negocio, y su hija ya no vive con ella, las vecinas indiscretas siempre comentan... Pero parecía no importarle, y a mi por supuesto, mucho menos.
El trayecto fue tan breve como silencioso, quizá ella creía ingenuamente que iba a arrepentirme, aunque imagino que deseaba que no me retracte. Llegamos sin demora, y cuando cerró la puerta tras de si, fue como si todas las dudas y planteos morales la apabullaran y aturdieran al unisono. Se quedó parada con la vista clavada al suelo, completamente inmóvil, entendí entonces que si no daba el paso yo, todo se arruinaría.
Permanecía parada dándome la espalda en el centro del living, me acerque silencioso por detrás tomándola por la cintura, y apoye mi bulto en su cola... Apenas rozándola, un contacto sutil, pero lo suficientemente cercano para que sienta el latir de mi verga atrapada entre mis ropas, a modo de invitación.
La invitación, fue respondida. La sutileza, la elegancia y recato de una mujer que se mueve y actúa con gracia... brillaron totalmente por su ausencia. Tiro su culo hacia atrás y lo movió frotando mi pija con fuerza, como si quisiera ser ensartada a través de las ropas. Yo comencé a lamer su cuello y metí la mano en su calza buscando su concha, mis dedos se abrieron paso sorteando su ropa interior, y al fin se congraciaron con un tacto exquisito. Una caliente humedad recibía a mis falanges inquietas, como un comité de bienvenida a un sexo suave, depilado y hambriento. Yo ...
... la pajee con ganas, la masturbaba llenando mi mano de esos labios húmedos y de ese clítoris deseante, y los hundía en ese interior tan caliente como apretado. Ella gemía, esos gemidos parecían sonar a reencuentro, reencuentro con el placer, con el sexo, con la trola que llevaba durmiendo en ella hacía años... Seguía amasando con su orto mi verga, mientras la paja que le hacía no cesaba, tome sus tetas sobre la ropa también y fue como accionar un botón de encendido. Su orgasmo inundó mi mano, y empujó su culo mucho más atrás... Su grito no fue seguido de silencio... Al contrario, pareciera que su lengua encontró rienda suelta en todo sentido...
- Ay nene... Ni me bañé... ¿Que cochina no? Mostrame cómo quedaron esos dedos...
Mmm ¿A ver? ¿Los puedo probar?
Metí mis dedos en su boca y sintieron como su lengua los recorría saboreando su propia acabada... Mónica los succionaba mirándome fijo… y supe que esa mujer iba a devorarme...
-Yo tampoco me bañé... ¿Te importa eso?
- Mmm no... Quiero saborearte así, ponete cómodo en el sillón que te voy a devolver el favor... Hace meses que quiero tragarme tu verga.
Me senté, y empezó el show. Se desvistio para mí, muy lentamente, mientras se acariciaba, y me mostraba por primera vez su desnudez, su blanca piel, sus curvas marcadas aunque no firmes, sus tetas de rosados pezones y su pubis depilado como una nena...
Se acercó y tiro de mi short y boxer al mismo tiempo, dejando al fin libre mi poronga que se estiró en toda su ...