Desayunando con los vecinos
Fecha: 21/02/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: amadecasamari, Fuente: CuentoRelatos
Describirme seria sencillo, soy una mujer totalmente corriente de 49 años, casada desde hace 20 y con un hijo de 16, trabajo como gerente de un centro comercial y para mi edad puedo decir modestamente que no estoy mal, conservo la línea que tenia antes de tener a mi hijo y mi larga melena negra siempre fue una de mis mejores bazas con los hombres hasta que me case con mi esposo, al que siempre he sido fiel sin ni tan siquiera plantearme lo contrario en ninguna ocasión, bueno, mas bien debería decir que lo era aunque será mejor no adelantar acontecimientos.
Esta historia comenzó cuando el esposo de mi vecina Rosa falleció, ella era nuestra vecina de enfrente desde hacia 18 años, el mismo tiempo que llevábamos en aquel bloque de pisos, el esposo de Rosa ya era un hombre bastante mayor así que tras su fallecimiento, Rosa decidió llevar a cabo el sueño que su pobre esposo no había podido llegar a cumplir, irse a vivir a las Islas Canarias, decidió no vender el piso ya que había vivido con su marido allí toda una vida así que prefirió alquilarlo.
Vivíamos en una zona bastante buena de la ciudad así que no tardo mas de 1 mes en alquilar el piso, aquel lunes volvía con mi hijo Manuel de hacer la compra cuando vi subir a un joven con varias cajas, llevaba el torso desnudo y estaba sudoroso, cuando nos vio dejo las cajas en la puerta de la casa de Rosa y nos saludo muy educadamente.
"Buenos días señora, soy Héctor, su nuevo vecino, es un placer"
Le salude y respondí del ...
... mismo modo, aquel muchacho que no debía tener mas de 25 años me comento que había alquilado junto con su hermano y que se alegraba mucho de que la vecina de enfrente fuera una mujer joven ya que pensaba que en aquella Urbanización solo encontrarían jubilados.
A mis 49 años ya tengo mucho mundo corrido y aquel comentario tan alegador haciéndome pensar que me veía mas joven de lo que era realmente me resulto encantador, además no pude dejar de fijarme en que aquel joven tenia unos abdominales perfectos y podía considerarse un autentico tío bueno.
A los 2 días siguientes me encontré al otro chico, el hermano de Héctor, que en ese momento salía a trabajar, también se mostró tan educado como su hermano, debía tener unos 20 años ya que a pesar de la barba de tres días que le daba un aire encantador se veía mas joven que su hermano, me dijo que se llamaba Julián y que trabajaba en un gimnasio muy cerca de allí.
No me extraño el que fuera monitor de gimnasio pues aunque Julián iba completamente vestido a diferencia de cuando conocí a su hermano, bajo su ajustada camiseta se intuía un cuerpo tan fibroso como el de su hermano Héctor.
Según pasaron los días nos fuimos conociendo mas, era verano y yo pasaba mucho tiempo sola en casa, por lo que me gustaba mucho pasar el tiempo en la terraza tomando el sol, vivíamos en la planta de arriba, en el ático y la terraza era inmensa, estaba pegada a la de Héctor y Julián y separadas únicamente por un pequeño muro de mas o menos medio ...