1. Mis odiosas hijastras (11)


    Fecha: 10/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... Yo ya no pintaba nada en esa casa. Tarde o temprano tendría que irme, y no estaría nada mal hacerlo con una venganza hacia la mujer que me traicionó de esa manera.
    
    —Podés vivir en el departamento de Belgrano —propuso Agos.
    
    —¿Qué? —escuché decir a Valentina.
    
    —Podés vivir un tiempo ahí, hasta que consigas algo. Pero antes ayudanos —siguió Agostina, sin prestarle atención a Valu—. Es hora de que le pongamos los puntos a mamá.
    
    Suspiré hondo. ¿Y si todo eso era también un juego de estas pendejas? Y en todo caso ¿Qué tendrían pensado hacer contra Mariel? Dudaba de que estuvieran sugiriendo una fiesta sexual entre los cuatro para luego restregárselo en la cara a la paranoica de su madre. Aunque la idea no me parecía nada mal.
    
    —Creo que se olvidan de lo que les dije hace unos minutos —dije—. Ya me cansé de ser usado por ustedes. Sea lo que sea que tengan dentro de esas perversas cabecitas suyas… —agregué, asegurándome de mirar a Agos y a Valu—. Primero quiero estar seguro de que esta vez estamos en el mismo bando. Y para eso creo que lo mejor es seguir el consejo de Sami. Quiero que me cuenten todo. Quiero saber por qué están molestas con su madre. Quiero escucharlas a las tres, y si por un instante dudo de sus palabras, estoy afuera.
    
    Me puse de pie, y me dirigí a la cocina, para encender las velas que había comprado a la mañana. Ya estaba harto de tanta oscuridad. Me tomé mi tiempo, a propósito, para dejarlas discutir y, a la vez, permitirme a mí mismo tomar un ...
    ... poco de aire. ¿Qué mierda estaba haciendo ahí todavía? Lo cierto es que estaba en quiebra, y no tenía a quien acudir. Necesitaba de ese pequeño departamento que había heredado Agos de una abuela suya. Además, si bien en el fondo intuía que en esa familia había algo muy mal y lo más inteligente sería desaparecer para siempre, y alejarme de esas morbosas criaturas todo lo posible, a la vez sentía una atracción tan intensa hacia las tres, que parecía producto de una brujería. Sami me despertaba un instinto de protección que me hacía difícil dejarla desamparada ante Mariel. Además, ella misma me había protegido a mí, y sentía la necesidad de devolverle el favor. Por Agos sentía una intriga que se había incrementado sobremanera ahora que Valentina había dejado caer que en realidad era lesbiana. Y Valu… Después de todo lo que había pasado en su cuarto, la posibilidad de cogérmela estaba latente. Si bien se había rehusado terminantemente a que la poseyera, en otro momento podría ceder. Y si ahora estábamos del mismo lado, quizás…
    
    —¿Estás enojado?
    
    Agos había entrado a la cocina. Agarró una de las velas que estaba puesta en un vaso. Pude verla con mayor claridad. Tenía su cabello negro recogido. Se había quitado la chaqueta, pero aún conservaba la bufanda, que estaba envuelta en su cuello de cisne. El suéter beige era de una sobriedad y elegancia típicos en ella, pero el pantalón de jean que ahora llevaba puesto era muy ceñido.
    
    —¿Pensás que debería estarlo?
    
    Era una pregunta ...
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