Me enamoré de una ninfómana y no lo sabía (Parte III)
Fecha: 10/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Duendeprecoz, Fuente: CuentoRelatos
... lengua por el ano, pasando después a la estimulación con los dedos y el lubricante. Poco a poco a medida que ella lo permitía él iba introduciéndole despacio primero uno y luego dos dedos, el índice y el medio para hacerla dilatar, metiéndolos y sacándolos despacio y de manera que ella lo pudiera tolerar.
Cuando pensaron que ella ya estaba lista aproximadamente una hora después de haberla estado estimulando, la hizo ponerse en 4 patas abriendo bien las piernas sobre el borde de la cama y agachando la cabeza para morder la almohada por si iba a gritar y aplicándose bastante lubricante en todo el pene, colocó su enorme glande en la entrada de su culito, la agarró con ambas manos de la cintura y muy despacio empezó a empujar.
Poco a poco su gran cabeza desaparecía en las entrañas de mi amada Helena mientras ella agarraba una almohada para ahogar algunos gritos pues a pesar de la preparación podía sentir que le dolía y le incomodaba un poco pues ciertamente esa primera vez no suele ser tan placentera.
Sin embargo, Vladimir continuó penetrándola despacio hasta el fondo, metiéndole y sacándole sus 17 cm siempre muy despacio y sin parar, teniendo cuidado de no sacar el glande de su recto para no hacer más dolorosa la experiencia pues lo que más le había dolido a ella obviamente fue la dilatación extrema de su esfínter al paso de su hinchado capullo.
Así pasaron quizá unos eternos 15 minutos hasta que el no aguanto más, la agarro firmemente por la cintura, se lo enterró ...
... todo hasta el fondo y libero su descarga entre gemidos y espasmos.
Esa noche no lo hicieron más. Ambos tomaron una ducha para asearse y se acostaron desnudos a ver televisión mientras se quedaban dormidos.
De esa manera mi querida noviecita había acabado de perder su virginidad anal y de qué manera con el otro hombre que también le decía que la amaba y que quería hacerla sólo suya.
Al día siguiente domingo por la mañana, ella se encontraba aún un poco maltratada y aunque no tenía ganas de más, le permitió a él penetrarla por vía vaginal pues él si había amanecido con ganas, así que abrió las piernas y lo dejó entrar.
Tuvo una molestia para caminar y para permanecer sentada mucho tiempo hasta el miércoles de ésa semana, por supuesto esa semana descansó un poco de tanta vida loca.
A pesar de todo a ella le gustó la experiencia porque me dijo que quería volverlo a hacer cuando se sintiera mejor, y con el paso del tiempo y poco a poco fueron incorporando el sexo anal dentro de sus prácticas habituales.
Paulatinamente ella se fue acostumbrando y dilataba cada vez mejor, y Vladimir cada vez le pedía más hacerlo así.
Pero como nada dura para siempre y todo tiene un final, esta historia de amor también habría de terminar, y todo sucedió un día sábado por la mañana al poco tiempo de despertar cuando después de haberse comido juntos desde el viernes por la noche como lo venían haciendo semana tras semana desde hacía ya 6 meses, y mientras ella estaba en cuatro patas ...