E-mail entrante.
Fecha: 15/03/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: naunet, Fuente: RelatosEróticos
... imaginado.
Del correo electrónico pasamos a WhatsApp, no sin que antes retrasase el momento varias veces. Tú te habías atrevido a mandarme una foto tuya, pero yo seguía manteniendo mi aspecto físico totalmente oculto. Lo más lógico hubiese sido cambiar mi foto de perfil a alguna imagen neutral, pero ya sabes que desde que hablamos se me da un poco mal aquello de pensar.
Me palpo el pantalón intentando localizar las llaves. Bolsillo trasero derecho. Saludo al portero y llamo al ascensor. De repente, tu mano comienza a acariciarme el culo muy despacio hasta que se cuela por debajo del pantalón. Me cuesta horrores recuperar la compostura, meterme al ascensor y seleccionar el noveno piso. Trago saliva mientras entro en casa y vuelvo a desbloquear el móvil para encontrarme de lleno con nuestra conversación, de nuevo.
Empiezo a escribir, te mereces saberlo ya.
Al ir a seleccionar el botón de enviar, vuelvo a sentirlo. El calor me inunda los muslos y sube lentamente hasta mi intimidad. Tres segundos después, noto el tanga mojado. Diviso el margen inferior de una foto cortada en la parte superior de nuestro chat. Sin enviar aún el mensaje, deslizo la pantalla de forma que ahora puedo visualizar la foto al completo.
Joder, no me acordaba.
Anoche llegué a casa tras tomar algo con unas amigas y nada más avisarte, la recibí.
‘’
¿Has pensado en mí? Yo te he tenido presente desde que llegué a casa
’’.
Hasta entonces sólo nos habíamos dado descripciones, y ...
... eso me había sobrado para masturbarme varias veces al día imaginándomela en diversas partes de mi anatomía. Cuando la vi ayer me sentí arder como nunca había hecho antes. Poco después nos sorprendimos haciendo una videollamada en la que los únicos protagonistas eran nuestros sexos. La tenías tan dura que soltaste una risa disimulada cuando viste lo mojada que me tenías ya por entonces. Fue la primera vez que me permití el lujo de gemir alto mientras me corría por cuarta vez. Soltaste un par de tacos antes de gruñir corriéndote como hacía mucho que no hacías. Siempre me lo dices. Siempre me provoca.
Me obligo a volver a la realidad y observo el mensaje que continúa en mi teclado.
Niego con la cabeza unas diez veces antes de bloquear el móvil y desvestirme para meterme en la ducha. Siento la tentación de ignorar mi propósito de higiene para volver a masturbarme, pero deshecho la idea rápidamente. Ya son las 17:30 y no te quiero hacer esperar más.
La cabeza vuelve a darme vueltas y siento que el corazón se me va a salir del pecho mientras me enjabono el pelo a una velocidad casi inhumana.
No sé por qué he perdido tanto tiempo en negarme a mí misma lo evidente. Ahora mismo me da igual la edad que nos podamos llevar, me da igual que sea una absoluta locura, y me da igual lo que pienses de mí cuando me veas.
Necesito verte en persona, necesito que me toques, necesito sentirte completamente dentro mientras me gruñes al oído.
Me aclaro el cuerpo y el pelo con rapidez ...