E-mail entrante.
Fecha: 15/03/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: naunet, Fuente: RelatosEróticos
... para enrollarme en dos toallas unos minutos después. Me detengo en el espejo, observándome. Tengo la cara completamente roja y la respiración acelerada. Acabo de decidir que no me voy a maquillar.
Sigo sin escribirte nada. No quiero arriesgarme a enviarte un mensaje confirmando que voy para después arrepentirme.
Voy corriendo a la cómoda para revolver toda la ropa interior con impaciencia. Me decido por un conjunto lencero mientras me permito imaginar cómo vas a reaccionar. Vuelven a asaltarme las dudas. Elijo un tanga y un sujetador de encaje negro con transparencias. El sujetador no tiene ningún tipo de relleno y el encaje apenas tapa mis pezones. Cruzo los dedos. Mi propósito es volverte loco, y espero conseguirlo.
Tras lo que se me hace una eternidad, me decido por un vestido por encima de las rodillas. Es rojo con florecitas blancas y tiene vuelo. Para el calzado unas Converse, blancas también. Espero que no pienses que voy a ir elegante.
Vuelvo al baño para cepillarme el pelo y dejar que se seque al aire. Tras reunir todo lo que necesito en un bolso negro, salgo de casa como si llegase tarde a todo en la vida y paro a un taxi, no puedo esperar los 54 minutos. Saco el teléfono y vuelvo a abrir nuestra conversación.
‘
’Lamento ir ahora, pero no he tenido claro si debía o no ir. Realmente sigo sin tenerlo claro. Espérame. Voy en taxi. Llego en unos diez minutos
’’.
Miro por la ventana mientras juego con una de las cremalleras de mi bolso. El taxista ...
... no deja de hablarme de no sé qué del centro, el tráfico y de hace 8 años. No soy capaz de prestarle atención, estoy intentando encontrar la manera de relajarme o lo único que verás será cómo me desmayo. Maldita sea, es imposible relajarse en 10 minutos. O menos. O más. No sé.
Estoy al borde del ataque de pánico. Todos los pensamientos que no han aparecido mientras me decidía a venir, me asaltan de golpe y me están ahogando.
No me has dicho con qué fin has reservado la habitación, ¿y si simplemente me has citado para decirme que esto no puede seguir así? Me habrías propuesto quedar en cualquier otro sitio, ¿verdad? Espero no estar metiéndome en la boca del lobo. ¿Has traído condones? Yo no, ¡pero tenemos que tener condones! Igual me estoy haciendo ilusiones yo sola. ¿Y si te dejo a medias porque me da miedo? Ay madre, no quiero encontrarme una pareja liberal en la habitación que ha conseguido engañarme para pensar que únicamente serías tú. A lo mejor sólo quieres hablar de música. No tengo ni puñetera idea de música, esto va a salir fatal. Espero que no seas un fetichista de pies.
Bajo torpemente del taxi y me quedo mirando el edificio desde la acera. Me da vergüenza pensar que me estés viendo a través de una de las múltiples ventanas que tiene el hotel, así que me apresuro a entrar.
El suelo es de mármol blanco, aunque lo cubre, en su gran mayoría, una alfombra azul oscuro. Las paredes están cubiertas por una especie de panelado casi negro, incluido el mostrador. ...