MI NUEVA VIDA CON AMANDA
Fecha: 21/03/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Pensaba Josué mientras veía cómo su amada esposa se arreglaba para otro hombre.
¡MIERDA!
Su nombre era Josué Estrada, de 34 años, complexión mediana, de algunos 1:75 de estatura, blanco de piel, y de pelo cobrizo. Vivía en Cuernavaca, en el estado de Morelos, y en ese preciso momento estaba viendo cómo su esposa se preparaba para irse con otro hombre que no tardaba en llegar por ella.
Todo comenzó una noche, hace poco más de un año, cuando Amanda, su esposa, salió a cenar con unas amigas que tenían en común porque una de ellas cumplía años. Estaba haciendo tanto frío, que Josué le dijo a su mujer que mejor se quedara en casa, que ya habría otras fechas para celebrar.
Pero Amanda tenía ilusión de salir con las chicas a un salón de baile y se marchó.
Pasada la medianoche Amanda le habló a Josué por teléfono, diciéndole que si podía recogerla en el salón de baile porque había tomado demasiado y no se sentía segura para conducir el coche.
—Vente en Taxi, Amanda, que ya estoy acostado”
—Por favor, Josué, ven tú por mí, que no encuentro taxi por ningún lado, y te digo que el coche no lo puedo conducir.
—Pues tendré que ir en la moto, y a ver si no me da un resfriado, con el frío que está haciendo.
—Vamos, enojón, sólo ven por mí, te prometo que cuando lleguemos a casa haremos muchas cositas guarras.
Josué sonrió. Pensó que la negociación era justa. Cuando Amanda se ponía en plan guarra en la cama, la habitación del matrimonio ardía. Por eso Josué fue ...
... por el casco y luego por la moto, que estaba aparcada en el edificio de apartamentos donde vivían, que era un complejo de cinco pisos con muchas viviendas.
Iba somnoliento, pero quería llegar pronto por su esposa para llegar lo más pronto posible a casa y hacer esas cosas guarras que ella le había prometido.
A Josué se le hizo fácil acelerar la moto y salir como rayo del aparcadero del edificio, sin prever que otro auto iba entrando al estacionamiento sin que él pudiera frenar.
El resultado fue un accidente fatal que sólo por la gracia de Dios no lo mató. Aunque a veces Josué pensaba que habría sido preferible la muerte, ya que el accidente lo dejó muy adolorido, con las costillas rotas y con serias contusiones en la cabeza. Lo peor fue que sufrió golpes en los testículos (no supo nunca cómo sucedió), y esos golpes lo dejaron temporalmente impotente. Y quien sabe, quizá hasta estéril.
La depresión que sufrió Josué durante los siguientes meses fue tal que casi terminó con su matrimonio. Josué se volvió amargado, ofendía a Amanda de cada cosa que no le parecía, y si a eso añadía sus dolorosas rehabilitaciones, y el dolor moral, se empeoraba todo.
Josué trabajaba como pintor de casas, y sus jefes no pudieron hacer nada por él ya que ni siquiera lo tenían registrado en el seguro social. Así que perdió el empleo, y Amanda tuvo que redoblar sus esfuerzos como contable, buscando nuevos contribuyentes, y trabajando horas extras.
El causante del accidente de Josué fue ...