1. Nuestro primer e inesperado trío (parte 2)


    Fecha: 29/03/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: MarcoAntonio94, Fuente: CuentoRelatos

    ... entramos al baño desnudos los tres. Sobra decir que ver a Ana en cueros nos volvió a excitar.
    
    Yo me senté sobre el inodoro pues la primera parte siempre se hace en seco, con tijeras y sin necesidad de agua. Subí un banco para que Ana pudiera sentarse y hacer su labor sin necesidad de cansarse estando de rodillas.
    
    - Pon atención, querido – le dijo mientras sujetaba su pene con la mano izquierda – esta es otra habilidad que vas a aprender: mantener tus partes presentables.
    
    Y con las tijeras comenzó a recortar los pequeños mechones de su vello púbico, que caían por montones. Cuando acabó de usar las tijeras, la polla de Fernando se veía más presentable.
    
    - ¿Notas el cambio? – le dio un beso en su glande – ahora vamos a la parte más laboriosa. Por esta vez usaremos un rastrillo nuevo, pero si quieres la próxima que Marco y yo vayamos a una sesión de depilación láser te podemos llevar.
    
    Sacó un rastrillo de su empaque y mi crema de afeitar.
    
    - Abre un chorro de agua de la regadera, no mucho apenas y que salga – Fernando obedeció – bien, ahora voy a llenarte de crema de afeitar – cosa que hizo – y ahí voy. No espera, no te pongas nervioso, necesito que para la primera fase estés un poco erecto – pasó su lengua por su glande de nuevo y su pene reaccionó – eso es, ahora sí, ahí voy.
    
    Ana tenía una habilidad impresionante. Rasuró la vejiga primero, seguida del pene y su base, entre cada pasada con el rastrillo ella metía las cuchillas al chorro de agua para quitar el ...
    ... exceso de vellos. Luego les llegaron el turno a sus bolas. Estiró con delicadeza el escroto y daba pasadas suaves y delicadas. Poco a poco el vello iba cediendo y al cabo de unos minutos la vejiga, pene y testículos de nuestro amigo estaban como los míos, pero faltaba enjuagar.
    
    - ¿Viste? Es muy fácil y no te lastimas. Vamos a ver ahora cómo quedaste, abre el agua, que sea tibia.
    
    Fernando abrió ambas perillas y salió el chorro de agua tibia que los mojó a ambos. Ana enjuagó bien, pasó un par de veces el rastrillo en lugares que se le habían escapado y terminó.
    
    - Listo, te quedaron perfectas – y le dio un par de mamadas.
    
    En ese momento yo me paré y acerqué mi polla a su cara. Ella lo notó y con su mano libre la sujetó para darme un par de mamadas también a mí.
    
    - Me gustaría chupárselas a ambos, guapos, pero en verdad que la boca me quedó adolorida de ayer, aún no me acostumbro a dos vergas – sonrió – si gustan, los puedo masturbar hasta que se vengan, mis brazos no están tan cansados como el resto de mi cuerpo.
    
    - Por mí, genial – le dije.
    
    - A mí me gustan mucho de esas – dijo Fernando, sacándonos una risa – entonces cierro el agua para que no se desperdicie.
    
    - Trataré de darles mamadas cada que mi boca se relaje, pero no esperen mucho. Si mis brazos se cansan, me deben ayudar. Pero antes, del maletín saca un poco de aceite, Marco – obedecí – para que si piel no se irrite.
    
    Nos aceitó las vergas y comenzó a masturbarnos a ambos, una mano en cada polla. ...