Sólo puedo por detrás
Fecha: 09/04/2024,
Categorías:
Anal
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... Gualterio y aunque se me ha perdido , no me parece bien engañarle.
- Nena, no seas boba. Está cogiendo con mi madre, así que nosotros estamos liberados.-
A mi me apetecía, me había puesto caliente sólo con verme con aquella ropa, pero...no podía, o se descubría el pastel y yo no soy de las de perder una apuesta, y más con la pasta que había por medio.
Le contemplé desnudo, se había quitado la túnica, con la pija al aire , la tenía dura, y la verdad estaba guapo. Me sentí perversa, como una Salomé tentadora.
- ¿ Quieres que te alivie esa calentura?.
- Si, vamos a la piltra.
- Así no, deja que la nena te lo haga todo. Dame las manos.
- Me encantan los juegos perversos. -
Extendió las manos hacia mí, las até con un foulard. Estaba entregado, a mi entera disposición. Le empujé contra la pared , descolgué un cuadro enorme, dejé el clavo y ahí le pasé la atadura, quedó con los brazos en alto, desnudo, con la polla en presenten armas. La agarré con la mano y apreté, estaba dura, deslicé mi puño por aquel mástil. El ciruelo era precioso, de un color gris violeta. Su pequeño ojo rezumaba una gota.
- Nene,no digas nada. Deja hacer a la nena.
Le mordí el cuello, pegada a él, quería que sintiera mis tetas contra su cuerpo, me restregué viciosa y ondulante sin dejar de pajearle despacio. Y lo besé. Mi lengua se convirtió en exploradora de su boca. Cuando me separé , jadeaba.
Empecé a lamerle todo la piel, el pecho , el vientre , los muslos, dejaba para ...
... l final la verga enhiesta.
Le hice girar, repetí la operación por su espalda, me quedé un tiempo sin fin jugando con sus culo. Las nalgas, la raja entre sus semiesferas, el esfínter estrecho, en el que metí la lengua y luego un dedo investigador.
El marquesito gemía de placer a través de le tela. Me paré ante él, me pegué sin dejar de masturbarle y sin sacar el dedo del ano. Le miré a los ojos , comencé a acelerar el movimiento de la mano y el entrar y salir de mi dedo en su puerta trasera.
- ¡ Puta de mierda! Me voy a correr.
- Eso quiero, sentir tu leche.
Y la sentí, fue un derramarse en mi vientre, una ráfaga de semen sobre mi piel. Le volví a besar , pegándome a él, ondulando contra su cuerpo, para que sintiera el mío y se mojara con su propia simiente.
Le desaté, y le volví a besar.
- ¿ Qué te ha parecido? . Aunque no me regales esa maravilla, ¿ me los podrás dejar para la inauguración?.
- A lo primero decirte que eres una viciosa putorrona que sabes volver loco a un tío. Lo segundo que sí te lo dejo, me sirve de publicidad, hay que tener mucho valor para ponérselo y más para comprarlo , es caro.
- Pero, ¿me lo regalarás si follamos, si me la clavas como un macho convencional?.
- Si, soy un tipo de palabra.
- Tomo nota , como decía el Juncal. Y ahora vamos a lavarnos , que estamos perdidos de leche de tigre.
La verdad es que necesitaba quedarme sola para hacerme una paja. Estaba tan caliente que el papel de transexual se iba a ir al ...