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Las apariencias engañan (1)
Fecha: 11/04/2024, Categorías: Hetero Autor: El otro yo, Fuente: CuentoRelatos
... meter su mano sucedió algo que no había considerado en mi fantasía: Perdió el equilibrio. Rápidamente divisó el sofá y se arrodilló sobre el mismo, dejando su cola afuera. Volví a lamerla de a poco, introduciéndome despacio. Otro grito de placer salió de su boca cuando alcancé de nuevo su agujerito. “seguí bebé” ordenó entre gemidos al tiempo que me atrapaba con una mano y tocaba su entrepierna con la otra, ya dentro de su bombacha. Desde ese momento todo fueron gemidos y gritos, intercalados con frases cortas indicándome que no parara. Yo estaba agarrado a sus dos nalgas, abriéndolas todo lo que podía, con mi lengua estirada rozando sus entrañas y mi nariz atrapada entre sus dos glúteos. Pero sobre todo estaba más caliente de lo que recuerdo haber estado. Aun así mi único objetivo era seguir lamiendo el culo de la chica de limpieza. “Voy a acabar bebé” me avisó entre gruñidos “Seguí bebé. No pares. Que rico me comés el culo”. Yo continuaba esforzándome en llegar más adentro suyo ante cada una de sus palabras, lo que la acercaba más a su orgasmo. Finalmente se frotó con fuerza y empezó a gemir como poseída. Cuando su corrida estaba menguando me apretó fuerte con sus dos manos. Yo desaceleré el ritmo de mis lamidas hasta que dejó de oprimir mi cabeza y me separé de ella despacio. Aún agitada se dio vuelta y se sentó en el sillón. Yo estaba arrodillado y me acomodé entre sus rodillas. Tenía su cara llena de gotitas de sudor. Sus pechos subían y bajaban con su ...
... respiración Los pezones marcados dentro de su top rosa me confirmaron que no tenía sujetador. El tanga entre sus piernas estaba también muy húmedo. Mi miembro seguía erecto. Yo también estaba levemente agitado. Aprovechando la apertura de mi boca introdujo en ella los dedos con los que se había tocado. Yo los lamí con los ojos cerrados, disfrutando por primera vez su sabor. Después de un minuto acaricié con suavidad sus piernas y terminé de descalzarla y sacar su pantalón. Subí mis manos por su piel mientras besaba sus ingles, con mis labios acercándose sin prisa ni pausa hacia la tela satinada que cubría su sexo. Apenas le di un beso sobre la prenda cuando acarició mi rostro - Pará bebé – me detuvo levantándome hacia su rostro – Todavía estoy sensible y el tanga mojado me irrita más – me besó con pasión. - Entonces sacátelo – respondí antes de devolver el beso y buscar bajar su bombacha. - ¿No te gusta cómo me queda? - Todo lo contrario, pero quiero verte también sin él puesto. - Mmmmm es que estoy tan cómoda y relajada – bajó su mirada a mis pantalones, de los que sobresalía mi palpitante miembro – Tenemos todo el fin de semana – me acarició el bulto sobre la ropa – no hay por qué apurarse. Accedí a su pedido algo frustrado. La promesa que encerraban sus palabras me hizo tomarme las cosas con calma. Contra todo instinto no solo no me asustó, sino que me entusiasmó pasar el fin de semana con ella. Aun tremendamente excitado me senté a su lado y la besé con ...