1. Día y noche


    Fecha: 18/04/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Gargola, Fuente: CuentoRelatos

    ... placer se incrementó para ambos, sin embargo, la polla que ahora le follaba la boca le impedía gemir con total libertad.
    
    Una sonora nalgada la pilló desprevenida y una segunda aplicada con más rotundidad le provocó un morbo y un placer añadido a la cópula. Era una polla sobredimensionada, la más grande que había visitado sus dominios hasta el momento y el placer que le estaba dando era proporcional al tamaño, muestra de ello era el clímax que empezaba a fraguarse en sus ingles para acabar arrancándole un agudo orgasmo en el que se vio obligada a liberarse de la verga que le follaba la boca para dejar escapar un grito de placer.
    
    —La puta está corriéndose, joder, —gritó el energúmeno sin dejar de embestir, al mismo tiempo que notaba las convulsiones de la vagina presionándole la verga. El troglodita siguió arremetiendo con todo lo que tenía mientras se corría gritando y lanzando toda clase de improperios hacia su persona.
    
    Al otro lado, el galán la cogió del pelo y siguió masturbándose sobre su cara. Por su parte, la joven cirujana seguía disfrutando del intenso orgasmo en el que jadeaba con cada embate al mismo tiempo que un chorro de semen se aventuró dentro de su boca, seguido de otros tres que se estrellaron en su cara. A continuación, el hombre le restregó la polla por la cara esparciendo su esencia como si quisiera pintársela, hasta que finalmente se dejó caer a fin de recuperar el resuello. Su socio lo imitó. Valera se levantó y buscó su bolso en busca de ...
    ... toallitas con las que limpiarse. Escupió la sustancia y se limpió la cara. Desde la cama los ejecutivos se felicitaron mutuamente, a continuación, contemplaron ensimismados la armoniosa figura de la joven. Nada sobresalía sobre lo demás. Nada sobraba, ni nada se echaba de menos. Su cabello descendía por mitad de la espalda como una cascada dorada. Sus ojos claros eran dos puntos suspensivos en el poema de su rostro. Unos ojos, —pensó el galán— que perfectamente podrían penetrar la oscuridad. Unos ojos de los que nadie nunca podría saciarse al contemplarlos. El ejecutivo adivinó que detrás del garbo y el refinamiento de aquella agraciada gatita se escondía también un bagaje intelectual que no mostraba, sin embargo, era evidente que estaba ahí y eso la hacía más interesante, si cabe.
    
    La mirada de su socio se centró más en la longitud de sus piernas, embellecidas por unas medias negras que obligaban a orientar la vista hasta su trasero. Un trasero que ni la inspiración del mejor escultor habría podido imaginar.
    
    Después de limpiarse la cara, Valera se dio la vuelta y los dos ejecutivos babearon ante semejante fémina. Ambos descolgaron su mirada desde los pechos hasta una vulva adornada con una diminuta tirilla de pelillos claros. Valera vio a los dos sementales zarandeando sus miembros casi dispuestos, prueba inequívoca de que la viagra previa estaba cumpliendo su función a la perfección.
    
    —¡Ven aquí, guapa! —le ordenó el galán.
    
    Valera se posicionó de rodillas entre ambos, ...
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