1. Unas vacaciones con mis tías (P. 9): Un paseo con mi madre


    Fecha: 27/04/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos

    ... parte alta de su zona púbica, justo al borde de la tela del tanga, y abrió levemente las piernas.
    
    Lo intérprete como una señal para que siguiera, y así lo hice. Pase los dedos sobre el pequeño triángulo y sentí los abultados labios. El cuerpo de mi madre dio un suave estertor a la vez que su boca emitía un largo suspiro de placer. Mis dedos continuaron acariciando sobre la tela mientras notaba como su cuerpo se iba estremeciendo a cada roce. Ya no podía parar, mi mente calenturienta y salida ya solo pensaba en follar, en follarme a mi deliciosa madre.
    
    Metí los dedos bajo la tela y acaricié un suave vello púbico que apenas cubría sus carnosos labios genitales.
    
    -Ahhh! Siii! Siii!
    
    Gimió mientras todo su cuerpo se removía buscando más mis dedos. Penetre con uno, sintiendo la intensa humedad que ya manaba de su interior mientras sobaba sus tetas con la otra mano. Penetre con mi dedo hasta meterlo completamente y lo giré en el interior. Lo saqué para buscar el clítoris y me sorprendí al sentir lo grande que era. Jugué con el con la punta de mi dedo y a los pocos segundos oí sus gemidos.
    
    -Ahhh! Ahhh! Diosss! Sigue! Sigue! Ahhhh!
    
    Giró más su cabeza buscando mi boca y devoró con un beso intenso y lascivo mientras se corría temblando notoriamente. Empapó mis dedos con una gran cantidad flujo y mordió mis labios hasta que dejó de temblar.
    
    -Ufff! Que delicia hijo! No sabes cuánto lo necesitaba! Susurró mirando de nuevo al sol que comenzaba a esconderse.
    
    Quise ...
    ... entender mejor lo que me decía y pregunte abiertamente.
    
    -¿No te masturbas?
    
    -Si, pero no es igual! Tus dedos están llenos de vida y esa vida me ha dado un placer especial!
    
    La notaba feliz y su cara expresaba una gran satisfacción, ahora el problema lo tenía yo, mi polla estaba más dura que el tronco de una encina y no tenía pinta de ablandarse.
    
    -No sé que pensaras de mí, pero me he sentido muy feliz!
    
    -Pero mamá, estoy encantado de haberte hecho feliz! Y lo haría las veces que hiciera falta!
    
    -Dije en un ataque de cínica generosidad, pues yo si que estaba pletórico. Se movió para sentarse a mi lado derecho y noté como su culo rozaba mi duro miembro al moverse. Me volvió a besar los labios de forma cálida e intensa con la felicidad dibujada en su cara. Bajó la mirada y vio como se abultaba mi bañador. Retornó su mirada a mis ojos y pude ver esa mirada felina que solía ofrecerme tía Candi.
    
    -Creo que no podemos irnos con esto así! Dijo poniendo su pequeña mano sobre mi bañador.
    
    Tiro de la tela y mi polla saltó como un resorte.
    
    -Ufff! Madre mía! Cómo está! Dijo abriendo aún más sus bonitos ojos.
    
    Abrió la mano y enroscó los finos y largos dedos sobre la dura carne. Tenía las venas hinchadas bombeando sangre a gran velocidad, y el capullo se erguía terso y brillante. Su delicada mano hizo subir y bajar la tersa y estirada piel que envolvía mi polla y sentí una sensación deliciosa. Miré al sol, que tan solo se veía ya su mitad de un rojo intenso cayendo en el ...