Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (13)
Fecha: 02/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... nada, dejó que hiciera lo que le apeteciera, su presencia era tan placentera que le daba lo mismo lo que mirase y… tampoco había nada que ocultar. Por un instante recordó el viaje con su tía, después con su madre, ambas sentadas en el mismo sitio que Carol… y por un momento pensó si acabaría igual con ella.
Meneó la cabeza con fuerza deshaciéndose de ese pensamiento, eran amigos, simplemente eso, además, que no tenía más sentimientos por ella ¿no? Eso creía. Con aquello en mente una loca idea se le asomó por el cerebro.
Su hermana le había dicho que la librería no estaba lejos de la tienda donde su madre había comenzado a trabajar. Se le ocurrió la genial o pésima idea de pasar cerca, con la intención de ver a Mari por lo menos un segundo. No la veía desde el incidente, el último recuerdo que tenía era aquel rostro de odio, y el anterior… una bofetada que le picó durante más de un día. Quería volver a verla, aunque… no solo eso.
Mientras giraba en una calle para cambiar el rumbo y hacer bueno el plan que tan repentinamente se le ocurrió, pensó en muchas cosas, sin embargo una por encima de todas. Con Carol y los estudios se había olvidado parcialmente de su casa, de vez en cuando pensaba en Mari, pero cada vez menos. Todo se estaba volviendo un recuerdo difuso y apenas recordaba con nitidez su cuerpo… aquel cuerpo que tantas cosas le provocó.
Había pasado menos de un mes desde aquel fatídico día y que caprichosa es la mente con las cosas que quiere olvidar. ...
... Necesitaba ver de nuevo a su madre, pero mientras frenaba y aceleraba por las calles de su pueblo, sabía que tal vez al ver de nuevo a su progenitora, necesitase algo más.
Ver su rostro, su piel, su cabello, sus ojos… el azul tan intenso de las mujeres de su familia que parecía una obra de arte. No podía parar de pensar en ella y aparcando el coche cerca de la tienda de ropa, teniendo que hacer más maniobras de las necesarias, estaba temblando.
Ambos comenzaron a andar por la calle, Carol seguía a Sergio mientras este le guiaba por rutas que anduvo más de mil veces. La joven le hablaba y le preguntaba sin parar, este contestaba como podía, porque estaba algo ausente. Al final, en un minuto de paseo viró su cuello y al otro lado de la calle vio lo que tanto anhelaba.
La tienda se veía pequeña, al menos para sus ojos y la distancia. Anduvo un poco más, notando el viento frío que golpeaba a ratos en aquel día soleado. Carol le comenzó a preguntar algo que no logró escuchar, porque sus pasos le habían llevado delante de la tienda, pero en la acera contraria. Solo tenía ojos para una cosa.
Dentro, tras unos cristales en los que el escaparate mostraba dos maniquís envueltos en ropas de moda, consiguió divisar una mujer. Tenía el cabello negro, casi brillante, pese a la distancia lo podía ver a la perfección, porque todos los recuerdos volvieron nítidos. Mari estaba hablando con una clienta que ya había pagado y le comentaba unas cuantas cosas triviales de su vida.
Sergio ...