Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (19)
Fecha: 04/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos
... y también intercambiando mensajes con su hermana. Laura solía escribirle casi a diario, aunque esa semana en concreto hablaron de manera ininterrumpida. Sobre todo de la visita de Carmen, de las cosas que le compró y también, de que su madre andaba algo nerviosa o intranquila, no sabía bien.
Se podía hacer una idea de cuál era el motivo. Según su tía, Mari quería hablarlo, tenía ganas… o por lo menos estaba por la labor de poner fin a la situación. Ninguno de los dos sabía que sucedería después, si volverían los mismos sentimientos o retomarían su antigua vida, pero había que hacer algo ¡YA!
Preguntó a su hermana el horario de su madre, más que nada por confirmarlo, ya se lo había dicho anteriormente. Lo único que le importaba era que salía a los ocho y estaba siempre de lunes a viernes, algún sábado que otro también, pero entre semana era cuando la podía pillar.
El jueves se quedó dormido diciéndola que muchas gracias por la información y no le sorprendió levantarse al día siguiente con un mensaje de Laura. Lo que si le impresionó a primera vista fue el contenido.
—¿Vas a ir a verla?
Podía ser una duda normal, una pregunta común de una hermana a su hermano. Sin embargo, a través de la pantalla sintió algo raro, como si esas palabras tuvieran un tono y Laura se lo preguntase de otra forma. “¿Lo vais a arreglar?” fue lo que en verdad leyó el muchacho sintiéndose descolocado por completo.
Solo eran imaginaciones suyas, Laura no sabía nada, por supuesto Mari ...
... no se lo había contado. Pero su hermana era lista, bastante perspicaz y se podía oler que algo pasaba. Con dedos inquietos escribió en el móvil una escueta respuesta.
—Sí.
—Me parece muy bien.
Laura contestó rápido, no le importaba sacar el móvil de forma furtiva en clase, siempre tenía un hueco para hablar con su hermano.
La puerta sonó con fuerza mientras la pregunta que se imaginaba en su cabeza resonaba una y otra vez. Sergio se alzó de su cama, con el pelo disparado para diferentes direcciones y aún a medio despertar. Abrió la puerta recibiendo una ayuda extra del exterior, haciendo que se retirara un paso atrás dejando paso al vendaval que se avecinaba.
—¡Ya está! ¡Me salió de puta madre!
Claro que era Carolina, con su vitalidad mañanera entrando a viva voz con una felicidad que le salía por los poros.
—Me alegro —dijo Sergio en mitad de un bostezo.
—Huele a paja, abre las ventanas.
—Dios, Carol, siempre igual. Eres pesada hasta decir basta.
Con una energía infinita corrió hasta la ventana y la abrió con fuerza haciendo que Sergio apartara la vista de sol como un vulgar vampiro. En un visto y no visto, le hizo la cama he incluso le ordenó el escritorio.
—¿Qué haces?
—Es que me levanté con muchísimas ganas.
—¿Tienes planes para este fin de semana?
—Marcho a la tarde, pero el domingo al mediodía estoy aquí. Es el cumpleaños de una amiga. ¿Me vas a echar de menos? —le pinchó con un dedo en el vientre y este sonrió.
—Un poco, ...