Vivi, Joha y yo
Fecha: 06/05/2024,
Categorías:
Bisexuales
Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos
... Vivi atraía mucho las miradas.
Cuando consumía cocaina mi libido se exacerbaba, le enviaba mensajes sucios a Joha y ella me respondía con más mensajes sucios, aun seguiamos sin tener sexo. Pero un día mi libido se dirigió hacía Vivi. Era casi la 1 de la mañana.
Hola… ¿cómo estás? ¿Qué haces? - escribí.
¡Holaaa bebé! Acá llegando a casa y tú? - respondió.
En casa, no puedo dormir
Y eso?
No sé, cuando meto cocaína pienso en ti
OMG!
¿Te molesta eso?
Para nada bebé, ¿y qué piensas?
Que me gustaría metértela… ponerte en cuatro y penetrarte por el culo -
OMG! Oye no pensé nunca eso de tí!
¿Te gustaría hacerlo algún día
Si, me encantaría
Nunca pasó nada sólo entre los dos, eran impulsos fruto de las drogas. Pero un jueves todo pasó.
Ese día cumplía Vivi, Joha compró una botella de whisky y desde las 2 de la tarde empezamos a beber en la oficina. A las 5 ya se había acabado la botella y Joha me dio dinero para comprar otra. Cada media hora yo tomaba un rápido paseo al baño para inhalar un poco, para cuando compramos la segunda botella ya estaba muy colocado. Empecé a ver a Vivi con los ojos de la lujuria. Vivi llevaba un jean y una camisa blanca y mientras practicaba sus pasos de baile para un show al día siguiente alcanzaba a ver mucho de su abdomen y algo de sus nalgas. Se le asomaba una tanga blanca y yo no podría dejar de pensar en cómo se vería en cuatro, en cómo me gustaría correrle esa tanga y penetrarlo y sentir sus bolas ...
... golpeando con las mías.
Por otro lado estaba Joha y todo el deseo que tenía hacia ella, me encantaba de verdad, era hermosa y elegante, todo un sueño. Pero casi que había perdido las esperanzas de acostarme con ella, parecía que solo me quería con un amigo, un confidente al que podía besar y ya. Igual para mi eso era mejor que nada, así que aceptaba aquellos términos.
Ese día Joha llevaba un top negro. Su elegante cuello blanco se estiraba hasta el inicio de sus enormes tetas, llevaba su ombligo destapado y de allí se asomaba un piercing blanco y reluciente. Joha se había emborrachado para las 6 de la tarde, reía a carcajadas y hablaba medio chueco. Vivi no estaba tan alcoholizado pero igual se le notaba algo del efecto de los tragos. Yo, gracias a la cocaína, estaba intacto.
Decidimos salir de la oficina a buscar otro sitio para seguir la fiesta. La botella estaba a la mitad, yo la llevaba. Caminando pasamos por enfrente del motel aquel y a manera de broma me atreví a decir “Vamos a entrar!”. Ambos me miraron y sin mediar palabra se dirigieron a la ventanilla.
Llegaron juntos a la ventanilla y se quedaron allí de pie mirándome. Me adelanté y le dije a la chica que atendía que queríamos una habitación sencilla y que nos cobrara una persona extra. Me dio el valor del servicio, el número de la habitación y proseguimos. Nos tocó una habitación lejana al fondo del lugar. Atravesamos largos pasillos con puertas a lado y lado, se oía gente gemir e incluso nos cruzamos con un ...