1. Buena vecindad


    Fecha: 09/05/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Elvira G, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedado en una situación extraña. Su mujer, algo más joven que él, tenía por delante muchos años en su trabajo de enfermera en uno de los grandes hospitales de Madrid. Al no haber tenido hijos, no aclaró la causa, habían entrado en una etapa monótona y tediosa.
    
    Marisa, contagiada por la locuacidad de Joaquín, estuvo tentada de hacerle alguna confidencia sobre el riesgo que la rutina suponía para una pareja pero prefirió callarse. Ella era más reservada.
    
    Al despedirse Joaquín se ofreció para lo que pudiera necesitar. Él presumía de "manitas" y se entretenía en hacer chapucillas en su casa.
    
    A partir de entonces, cuando se veían a través del patio, o en las ocasiones en que coincidían en las salidas, fueron incrementando la fluidez de sus conversaciones. Eso sí, Marisa percibió que en presencia de su mujer, Joaquín era menos parlanchín.
    
    En otra ocasión fue Marisa la que le pidió a Joaquín ayuda. Uno de los automáticos de la caja de conexiones eléctricas parecía averiado y no tenía fluido en parte de la casa. Llamó a su puerta y le preguntó si podía echar un vistazo antes de llamar a un electricista. Joaquín cogió una caja de herramientas e hizo una rápida comprobación. Confirmó que aquel disyuntor estaba averiado y sin dudar un segundo dijo que iba a comprar el repuesto. Marisa se sintió violenta por haberle comprometido y le quiso disuadir pero Joaquín, sin dejarla terminar, ya estaba llamando al ascensor.
    
    Visto y no visto, en diez minutos estaba de vuelta y en ...
    ... otros diez el automático sustituido y la corriente repuesta.
    
    Marisa quedó encantada. Pensó que cuando él presumía de manitas no exageraba. Incluso le tuvo que insistir para abonarle el importe del repuesto que había comprado.
    
    Le ofreció una cerveza y preparó unos pinchos con un par de latas de piquillo y atún.
    
    Estuvieron charlando y se interesó por saber donde había aprendido electricidad. Joaquín le contó que él hasta los 17 años había vivido con sus padres en un pueblo de la provincia de Soria. Su padre había sido maestro nacional y tenía derecho a vivienda. Con mucha sorna aclaró que el derecho lo tuvo pero que aquello no era una vivienda sino poco más que una chabola. Pensar que el Estado iba a costear las reparaciones era creer en el hada madrina por lo que su padre, al terminar sus clases, se dedicaba, lentamente, en ir adecentando y arreglando aquel desastre. Joaquín, que en un principio, tenía ocho años, se limitaba a mirar como trabajaba su padre y, como mucho, le acercaba alguna herramienta. Día a día se iba fijando en como su padre iba convirtiendo aquella mala cuadra en una vivienda modesta pero digna. En un determinado momento le pidió a su padre que le permitiese ayudarle en tareas sencillas, lo que causó gran satisfacción a aquel. Y entonces, con gran sorpresa, descubrió la destreza del niño, que tenía solo nueve años. Se reveló como un hábil albañil, fontanero y electricista. Lo único que se le atragantaba era la carpintería, por lo que el padre se ...
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