1. La curiosidad de Chat Noir (V)


    Fecha: 09/05/2024, Categorías: Humorísticos Autor: Alfa054, Fuente: CuentoRelatos

    ... tentación de hacerlo; extender sus manos hasta sujetar firmemente esas posaderas tan suculentas, y entonces, restregar su erección contra la retaguardia de la señorita Bustier. Sabía que no debía, que no estaba bien hacer eso... pero su lado más primitivo ansiaba satisfacer el deseo.
    
    Finalmente, ganó su lado racional. - Voy rápido al baño señorita Bustier y ya de ahí me subo al salón. Muchas gracias, nos vemos - dijo de golpe, sonrojadas sus mejillas como tomate y abandonando la enfermería cual vendaval. Salió corriendo directo al baño, ignorando a todos sus compañeros que se encontraban en el patio disfrutando el descanso. "Por favor que no haya nadie. Por favor que no haya nadie" decía para sus adentros mientras acortaba distancias con el vestidor común de la escuela que conducía a los baños.
    
    Abrió la puerta y, para su suerte, estaba solo. Sin demorar más tiempo, entró al baño de chicos y corroboró que no hubiera ningún privado ocupado. Afortunadamente no había nadie en el baño más que él, así que entró en uno y, de forma apresurada, se bajó los pantalones para sentarse en el escusado, exhibiendo una tremenda erección palpitante de casi veinte centímetros. Entonces, sin reparo alguno, comenzó a pajearse mientras por su mente desfilaban imágenes de su profesora, de cómo sus pantalones acentuaban la forma de su trasero, y del canalillo de sus tetas a través de su escote.
    
    - Ahh… señorita Bustier, mmm… qué cuerpo tan rico tiene usted, ahh… - repetía Adrien en su mente ...
    ... sin cesar, a la vez que satisfacía su libido a dos manos sobre su verga, subiendo y bajando a lo largo de su viril miembro, sudando de las sienes y exhalando de forma agitada ocasionalmente. Imaginaba a su profesora actuando de forma seductora, como si posara para una sesión de fotos subida de tono, presumiendo sus atributos y despojándose lentamente de su ropa, revelando sus encantos cubiertos tan solo por un juego de lencería. Entonces ella se acercaba al muchacho y lo tomaba sensualmente del rostro, mirándolo a los ojos con una chispa de lujuria en ellos, hasta posar sus labios en los suyos, entregándose los dos a un beso apasionado, estando ambos en poco más que ropa interior.
    
    El joven no podía más; su imaginación era demasiado poderosa. Su miembro apretado en sus manos, palpitaba anunciando su próxima corrida. Había subido un poco el volumen de sus jadeos, cerrando los ojos y sentándose de una forma más cómoda en el excusado, pero manteniéndose alerta de cualquier ruido que le indicara que alguien entraba al baño. Sentía que estaba por alcanzar el orgasmo; aumentó la velocidad con la que se masturbaba, subiendo y bajando inmisericorde ambas manos sobre su pene. Casi llegaba, casi lograba correrse pensando en la señorita Bustier; el estar tocándose con su profesora como protagonista de su fantasía le parecía tan obsceno…
    
    - Emm… ¿Adrien? ¿Todo en orden? Soy Marinette. Te vi que saliste corriendo de la enfermería y quiero saber que tú estás muy bien… ¡DIGO! Si estás ...
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