1. La playa desconocida


    Fecha: 10/05/2024, Categorías: Incesto Autor: tranque, Fuente: CuentoRelatos

    ... es un trabajo y Lea seguro trabajaba de otra manera, así que me saqué toda la ropa y me acosté sobre la camilla, lo tome como algo normal, tal vez me daba un poquito de vergüenza, pero me trate de relajar.
    
    Ya sobre la canilla me empieza a mirar, como examinando mi cuerpo, me levanta los brazos y me separa las piernas.
    
    - ¿Saco todo?
    
    - No, recortar un poco, es para usar el bikini.
    
    - ¿No te animas a depilarte toda?
    
    - Para mí es lo mismo, no le doy mucha importancia.
    
    - A mí me parece más cómodo, mira.
    
    De la nada se levanta el delantal, que para sorpresa mía no llevaba ropa interior y me muestra su vagina totalmente depilada, con un piercing en su clítoris y tatuajes a su alrededor.
    
    - ¿Te gusta?
    
    - Si, es linda, bueno, no me gustan las mujeres, pero te queda bien...
    
    -jajaja no hay problema
    
    - ¿Te duele?
    
    - ¿Qué cosa, el piercing?
    
    - si.
    
    -no, es un instante cuando me lo colocaron, pero después es puro placer, mira….
    
    Se desabrocha el delantal y me muestra los pezones atravesados por piercings, tenía unas tetas hermosas, no sé porque me estaba empezando a calentar con una mujer, nunca me había pasado antes.
    
    -Bueno ¿te depilo toda?
    
    -Dale
    
    Guarda sus hermosas tetas y se abotona el delantal, va a una pequeña mesa donde tiene la cera de depilación y varias cremas. Toma un algodón y me limpia las axilas antes de empezar a depilarlas, en un poco tiempo las deja sin un pelo, luego hace lo mismo con mis piernas.
    
    Después le toca a mi ...
    ... vagina, primero la mira y la acaricia con el dedo índice, enseguida se da cuenta que me había excitado. Mira su dedo y estaba brilloso, lubricado con mis jugos pegajosos.
    
    -Veo que lubricas bien, espera que te seco.
    
    Toma una servilleta de papel y haciendo presión sobre mi vagina me la deja bien seca, toma los vellos púbicos con una mano y tira suavemente de ellos como midiéndolos, luego me pone una espuma y la mezcla sobre mi pubis con las manos, puedo sentir como roza el clítoris con sus dedos, como se me pone duro. No sé si será la falta de sexo lo que me ponía tan caliente con cualquier roce.
    
    Tras rasurarme la vagina, me la deja pelada con dos o tres pasada de cera, termina y me pasa con sus dedos una crema suavizante que me la enfría. Pero no termina ahí.
    
    -Ahora date vueltas.
    
    - ¿Para qué?
    
    -Te tengo que depilar el ano, no lo voy a dejar peludito.
    
    Me pongo en cuatro patas sobre la camilla y abro bien el culo, había perdido toda vergüenza es más me gustaba
    
    -Qué suerte que tienes
    
    - ¿Por qué?
    
    - tienes el ano muy cerrado, ojalá yo lo tuviese igual, ideal para que un hombre lo disfrute.
    
    -jajaja
    
    - ¿No me crees? Ven méteme el dedo
    
    -¿Qué?
    
    Se da vuelta y me ofrece el culo abierto para que le meta el dedo y no me iba a negar, no podía quedar con la duda de lo que afirmaba. Le meto el dedo y tenía razón entró muy fácil, era un culo entrenado, dilatado por el uso.
    
    -y … ¿Qué piensas?
    
    -Bueee…
    
    -Si ya sé, no hace falta que me lo digas, lo tengo ...
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