Una traición que cambió mi vida
Fecha: 11/05/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... no nos llevábamos muy bien esto destruyo nuestra relación para siempre. Al llegar me di cuenta de que mi madre se había duchado y estaba haciendo una maleta.
• ¿Qué haces mama? – dije muy enfadada.
• Recojo mis cosas hija, me marcho – dijo con un tono frió y distante.
• ¿Piensas abandonar a papa ahora que más te necesita? – dije más enfadada aun.
• Ya no amo a tu padre, el día que naciste tú, solo tuvo ojos para ti.
• Que me estás diciendo, ¡papa se desvive por esta familia siempre lo ha hecho!
Mama no dijo nada más, cerro la maleta y se dispuso a salir por la puerta, la pare agarrándole del brazo y le dije.
• Piensa bien lo que haces, si nos abandonas en el momento que más te necesita, olvídate de nosotros para siempre.
• Eso ya lo hice hace tiempo, solo he esperado a que mi amante se decidiera divorciarse para irse conmigo.
• Quien, ese cobarde que salió huyendo – dije riéndome.
Mama me miro con cara de odio, pero no dijo nada, después me dijo que nos haría llegar los papeles del divorcio y que esperaba que papa los firmara si podía hacerlo. Después de escuchar eso de no haber sido mi madre le abría partido la cara, por fin cerro la puerta y salió de nuestras vidas para siempre. Yo recogí la ropa de papa y me senté en la cama a llorar, ayer a la tarde era la mujer más feliz del mundo y a las horas mi perfecta vida se había roto en pedazos.
No solo fue mi vida, sino mi forma de vivir la vida, solo que en ese momento no era consciente de ...
... eso. Me duche, me cambie de ropa y me subí al hospital. Mi padre estaba despierto, al ver mi cara se dio cuenta de que algo había pasado, con dificultad me pregunto.
• ¿Qué ha ocurrido Sara?
• Papa, no quiero hablar de eso – dije serio y con la intención de cortar la conversación.
• ¿Tu madre nos ha dejado verdad? – insistía.
• ¡Que no quiero hablar! – grita.
• Contéstame – grito más fuerte mi padre.
Al final le conté lo que había hablado con mama, yo pensé que eso lo hundiría, pero en su mirada vi una resolución que no había visto en mi vida.
• No pasa nada pequeña, nos tenemos el uno al otro – dijo intentando sonreír.
Mi padre que tenía medio cuerpo paralizado, era el que me estaba dando ánimos a mí. Eso me animo y yo también sonreí, los meses siguientes fueron muy duros. Le dieron el alta y tres veces por semana venía una ambulancia para llevarlo al hospital para hacer la rehabilitación, en casa era yo quien lo duchaba, lo vestía. Comer lo hacía él con mi ayuda.
Al principio fue muy incómodo ver a mi propio padre desnudo, pero poco a poco me fui acostumbrando y al final lo veía como algo normal. Su rehabilitación estaba en manos de un hombre llamado Víctor, la primera vez que lo vi me quede prendada de él. No tenía nada especial, pero no podía evitar mirarle todo el tiempo. No entendía que me estaba pasando, había estado con hombres mucho más guapos y buenos que él, pero ese hombre despertaba en mí un sentimiento que ningún otro había conseguido ...