1. Una traición que cambió mi vida


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... despertar. Un sentimiento que me era desconocido, la verdad es que Víctor trataba muy bien a papa y enseguida hicieron buenas migas.
    
    Mientras papa estaba en la sesión de rehabilitación, yo solía estar en una sala de espera bebiendo café y leyendo un libro, hasta que terminaba y preparaban la ambulancia para bajarnos a casa otra vez, en esa ocasión el café se enfrió y yo me perdí mirando por la ventana y entre mis pensamientos. Entonces noté como una mano se posaba en mi hombro y una voz que me preguntaba si me encontraba bien.
    
    Al darme la vuelta pude comprobar que era el mismo Víctor, de cerca ganaba mucho, con esa barba de cuatro días y esos ojos grisáceos. Me fue a preguntar y le contesté que sabía que se llamaba Víctor.
    
    • ¿Cómo lo has sabido? – pregunto Víctor.
    
    • Lo pone en la placa que tienes en el bolsillo del pecho.
    
    Víctor se llevó la mano hacia la placa y le dio un ataque de risa, verlo reírse me hizo sentir bien, desprendía una calidez y una bondad que me envolvían. Cada vez que llegaba el día que teníamos que subir a rehabilitación yo estaba deseando de subir, mi padre por el contrario no le hacía gracia. Tengo entendido que Víctor le daba caña, según le decía que al finalizar la rehabilitación saldría andando del hospital.
    
    Una de las veces mi padre fue requerido para una pruebas que le había programado su doctora, yo me quede en la sala de espera. Al rato apareció Víctor y se sentó a mi lado, poniendo un café recién sacado de la máquina. El mío ...
    ... se había quedado frió, en ese momento estaba pensando como me lo montaría. La excedencia que había pedido en el trabajo para poder cuidar de mi padre estaba por terminar y no sabía como me lo montaría para no dejar a papa en casa solo tantas horas.
    
    Víctor vio mi cara de preocupación y me dijo.
    
    • Te invito a la cafetería de enfrente, allí el café está bueno, no como este que menos café parece cualquier cosa.
    
    Yo sonreí y acepté encantada la invitación, la verdad que el café estaba buenísimo, me agarro de la mano y me pregunto.
    
    • ¿Qué te ocurre Sara?
    
    • ¿Cómo sabes mi nombre? – nunca se lo había dicho.
    
    • Llevo torturando a tu padre meses, ya tengo toda la información sobre ti.
    
    • Mucho interés veo de ti hacia mí – dije coqueteando.
    
    • Todo el interés del mundo – también coqueteaba.
    
    Víctor me resulto un hombre interesante, era fisioterapeuta, pero por las noches estudiaba para ser enfermero. Según me contó esa era su verdadera vocación, yo le conté que era funcionaria del ayuntamiento, pero que la excedencia que había pedido se estaba terminando y no sabía como arreglármelas, para no dejar a mi padre tantas horas solo.
    
    • ¿En qué trabajaba tu padre, si no es una indiscreción? – pregunto Víctor.
    
    • Era administrativo en una oficina, ¿por qué me lo preguntas?
    
    • Porque en el hospital ahí una vacante de administración y a los que trabajan ahí, le hace falta aprender a reír como el respirar.
    
    Los dos nos echamos a reír, Víctor movió algunos hilos y al ...
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