1. La chica nueva de la boutique


    Fecha: 11/05/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: beck the ripper, Fuente: CuentoRelatos

    Cada fin de semana mi esposa va a hacerse la manicura a una boutique de uñas que está a unas calles de nuestra casa. Ella vuelve siempre tan contenta con sus uñas decoradas, o con extensiones acrílicas, de esas puntiagudas. A mí me gusta cómo se le ven, el problema es cuando me pide que la acompañe y estamos ahí un buen rato. Una de tantas veces entramos a la boutique y, para nuestra sorpresa, la muchacha que le decoraba las uñas a mi esposa regularmente se había enfermado, una chica regordeta y demasiado pálida que se llamaba Mandy o Mindy.
    
    —Regresa hasta la próxima semana —había dicho la dueña de la boutique, que atendía a una señora en ese momento. — pero hoy está la chica nueva, Selene. —añadió la estilista como si con eso alentara mis ganas de quedarme dos horas a esperar mientras la nueva chica hacía su trabajo.
    
    Pero pensé demasiado rápido, pues del cuarto del fondo apareció una joven preciosa, como si hubiera salido de un harem, y se dirigió a nosotros con paso delicado y un discreto contoneo de caderas. Mientras se acercaba la observé a detalle. Alta, delgada, pero con muy buenas curvas, todo en ella parecía estar en su lugar. Su cabello amarrado en una coleta larguísima que descansaba en su hombro izquierdo. Su tez clara. Sus labios finos, su nariz larga y respingada, sus ojos cafés claro eran lujuria, sensualidad.
    
    —Hola, ¿Puedo hacer algo por ti? —dijo dirigiéndose a mí e ignorando por completo a mi mujer.
    
    Tanto fue mi nerviosismo que no supe cómo ...
    ... reaccionar ante esa belleza de mujer. Sin embargo, me quedé callado solo unos segundos.
    
    —De hecho, mi… —¿de pronto me daba pena admitir que era un hombre casado? —mi esposa quiere una manicura.
    
    —Hola —interfirió ella con cara de pocos amigos — No, muchas gracias. Estaba buscando a Missy. Pero ya nos dijeron que está enferma. —Luego me tomó de la mano — Gracias, señora Denise, otro día vengo.
    
    Salimos, prácticamente yo iba arrastrado por mi esposa.
    
    —¿Qué pasa, gordita? — a ella le gustaba que la llamara “gordita”, pero en este momento pareció no gustarle.
    
    —¿Gordita? — dijo echa una furia — Gorditas las del mercado. ¿Crees que no me di cuenta cómo te miró esa?
    
    —¿Qué dices? — disimulé, pero era obvio que a mi esposa no podía engañarla, menos en esos momentos. Ella estaba completamente muerta de celos.
    
    —No te hagas, Héctor. También vi cómo la miraste.
    
    —Gordi… mi amor… no te pongas así, es solo una joven que quiso ser amable.
    
    —Sí, la vi. La vi queriendo ser amable contigo. Es más, ¿por qué no vas y te la traes con nosotros?
    
    La verdad es que ganas no me faltaban.
    
    —Karen… Escucha, mi amor, vamos a El Sueño a tomarnos un café. Olvidemos esto. ¿Sí?
    
    A mi esposa le gustaban tanto los snacks y el café que preparaban ahí que su semblante cambió enseguida.
    
    —Anda. — insistí mirándola tiernamente mientras la tomaba suavemente de las manos —. No le dirás que no a un mocca y a unos ricos brownies.
    
    Ella me miró de un modo diferente, estaba por caer en la ...
«1234...7»