Cógetela bien...
Fecha: 17/05/2024,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos
Mi esposa trabajaba como directora de una entidad sin ánimo de lucro, dedicada a la atención de niños con problemas de aprendizaje. En su rol, ella tenía contacto con prestigiosos médicos, proveedores de equipo y material médico y personas relacionadas con la atención en salud. Y con el estatus de directora, con poder decisión y ejecución en muchas áreas, era constantemente asediada por los hombres involucrados en su actividad.
El cargo le exigía andar siempre bien arreglada y entrar en contacto permanente con hombres y mujeres relacionados con su trabajo, pero ciertamente era el centro de atención de muchos hombres, que se interesaban en ella no solo por su puesto como directora de una prestigiosa institución sino también por su condición de mujer.
Para ella era claro, que, no podía fijarse en los hombres más allá de la relación de trabajo, debido a que demasiada confianza en las relaciones interpersonales podría obrar en su contra, tanto a nivel personal como profesional, pero ciertamente algunos de aquellos hombres que la asediaban capturaban su atención e interés más allá de lo netamente laboral. Expresado en otras palabras, se diría que le atraían, le gustaban y por su cabeza, algunas veces, se desataban escenas y situaciones que caían tan solo en el ámbito de las fantasías.
Algunos de sus compañeros de trabajo, por supuesto, se aprovecharon de algunas situaciones para insinuarle algún tipo de relación, más allá de lo profesional y le expresaron su deseo de ...
... compartir alguna aventura sexual con ella. Sin embargo, aunque ella hacía oídos sordos a tales insinuaciones, aquel ambiente no dejaba de hacerle ruido en su trabajo y considerar, muchas veces, por qué no, sobre todo cuando era evidente que, por ejemplo, en la celebración del día de las secretarias, o el día de la mujer, o cualquier otra celebración, muchas de sus colegas se permitían ciertas libertades con sus compañeros masculinos. Y ella, involucrada en ese tipo de jolgorios y con relaciones de mucha confianza con sus amigas, llegaba a preguntarse ¿por qué no?
Yo, cuando iba recogerla, siempre la encontraba rodeada de caballeros. No llegué a pensar que aquellos acercamientos tenían propósitos diferentes a lo estrictamente laboral, pero dado que ella resultaba atractiva para cualquier hombre, consideraba normal que la asediaran en procura de ganarse sus favores en lo relacionado con el trabajo, pero nunca en lo íntimo, en lo muy personal, en lo sexual.
El ambiente era algo pesado, sin embargo, como ella manifestaba, porque en las conversaciones con sus amigas salían a relucir las virtudes y defectos de las relaciones con estos caballeros. A ella le gustaría no enterarse de esas cosas. Muchas sabían que aquel tipo de relaciones no pasarían de un intercambio netamente físico en lo sexual, pero el vínculo generaba aproximaciones progresivas en las que se establecían lazos de amistad, compañerismo, convivencia y mucha confianza. La amistad muy próxima se percibía como ...