Papá me revisó el periodo
Fecha: 17/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos
... llegué a morelia, estaba muy acalorada por el trayecto, así que me detuve en una tienda y me compré una cerveza light. Aproveché para llamarle a mi mamá y avisarle que había llegado con bien a Morelia. Enseguida me dirigí a la bodega de mi papá, yo estaba ansiosa de llegar para abrazarlo, aunque me tengo que aguantar las ganas de besarlo apasionadamente pues sus trabajadores saben que yo soy su hija.
Cuando llegué a la bodega, pude ver que mi papá estaba dándoles instrucciones a sus trabajadores. Vestía una playera azul marino de manga corta que le quedaba ajustada y dejaba ver su físico atlético, ya que hace mucho ejercicio y también se pone a cargar mercancía en su bodega. Llevaba puestos unos jeans y botas casuales color café. Yo me acerqué detrás de él sin hacer ruido y lo sorprendí dándole un abrazo. Él volteó y me dio un cálido abrazo enfrente de sus trabajadores, quienes pude ver que me miraban de pies a cabeza con mucha lujuria, no los puedo culpar.
—¡Hola princesa! ¿Cómo estás? —Me preguntó gustoso de verme.
—¡Muy bien papi! ¿Y tú? —Le pregunté cariñosa.
—También hija ¿Como te fue en la carretera?
—Todo bien papi, solo que tenía mucho calor y me compré una cerveza, me siento un poquito mareada porque no he comido —Le dije sosteniendo mi cerveza en la mano—. ¿Gustas cerveza?
—Ya te he dicho que no me gusta que tomes alcohol en ayunas y menos cuando manejas, pero no entiendes. —Me reprendió.
—Sí, ya sé, pero no te enojes. —Le dije con voz ...
... dulce.
—A ver pues dame tantita. —Le dio un trago a mi cerveza.
—¡Hola, chicos! —Saludé a los trabajadores.
—¡Hola, Alexa! ¿Cómo te va? ¿Y ese milagro que te dejas ver? —Me saludaron viéndome lascivamente.
—Pues es que ya extrañaba venir por acá. —Les contesté muy coqueta.
—Abrías de venir más seguido. —Me dijo uno de ellos.
—Pues es que he estado ocupada ayudándole a mi mamá en Zapopan.
—Ah, ya. Pues es que nos gusta tenerte por acá. —Me dijeron coqueteándome.
—A ver mucha plática, ya mejor pónganse a cargar el camión. —Les dijo mi papá muy celoso.
—Sí, patrón. Ya vamos a terminar.
—Bueno, ahí les encargo, y al rato vengo para cerrar.
—Nos vemos chicos. —Me despedí de los trabajadores.
—Que te vaya bien Alexa. —Me dijeron viéndome las nalgas, los muy desvergonzados.
—Bueno hija ya vámonos a comer. —Me dijo mi papi.
—Sí, ya tengo hambre, y me siento mareada.
—Vámonos en mi coche y más tarde regresamos por la camioneta.
—Ok, papi.
Me abrió la puerta del coche y me dio un beso en la mejilla, para después subirse también y dirigirnos a algún lugar para comer.
—¿Qué se te antoja? —Me preguntó complaciente.
—Pues fíjate que con este calor se me antoja un coctel de camarón.
—Yo desde ayer tengo ganas de uno, hasta parece que me leíste la mente. —Me dijo muy antojadizo.
—Pues es que tú y yo tenemos muy buena química papi. —Lo miré muy cachondamente a los ojos.
Al paso de unos minutos llegamos a la marisquería, ordenamos unos ...