Papá me revisó el periodo
Fecha: 17/05/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos
... Mis pezones rositas se me endurecieron y alargaron como montañitas, estaba teniendo un fuerte orgasmo.
—Papi, cógeme más rápido ya me estoy viniendo. —Las piernas se me entumieron y dejé caer el peso de mi cuerpo sobre el cofre caliente.
—Vente preciosa, vente mi princesita. —Me decía con mucho cariño mientras me daba unos empujones violentos que me hicieron explotar en un squirt.
—¡Aaah! ¡Aaay! ¡Sí! ¡Aaahaaa! ¡Oh my god! ¡Ay que rico! ¡Aaaah!
Súbitamente un squirt caliente mezclado con mi menstruación salpicó nuestros cuerpos, mi papi continuaba penetrándome vigorosamente, estaba matándome de placer. Yo quedé inerte sobre el cofre, cerré mis ojos y simplemente disfruté de el clímax. Mis paredes vaginales sufrían espasmos que apretaban la verga de mi papi en mi interior, lo que comúnmente se conoce como “perrito vaginal”. El aroma a motor que emanaba del coche, me recordó a los encuentros que tuve hace algunos meses con dos taxistas y por supuesto con el mecánico, imposible no recordarlos. Tengo mi vagina muy mojada y mis pezones rositas muy excitados al momento de escribir estas líneas.
Yo estaba extasiada, me sentía plena por el tremendo orgasmo que me había causado mi papi. Él continuaba gozándome a un ritmo despiadado, el coche se movía de un lado a otro por los empujones que me daba, sentía la punta de su verga topando con mi cérvix cada que me penetraba.
—Ya me voy a venir mi amor. —Me dijo mi papi con su respiración agitada.
—Los quiero en ...
... mi boca papi. —Él retiró su verga ensangrentada de mi vagina.
—Ven mi amor, arrodíllate para dártelos. —Me dijo mientras se masturbaba intensamente.
Yo me giré para arrodillarme en posición de cuatro como perrita con mi lengua de fuera y mis ojos cristalinos mirándolo cachondamente. Él acercó su verga a mi lengua y de pronto un fuerte chorro de semen entró directo en mi boca.
—¡Aah! ¡Aah! —Mi papi jadeaba de placer.
Yo poseída por la lujuria comencé a mamar su verga, me sentía tan cachonda que lamí su verga desde la base hasta la punta, limpiándole la sangre de mi menstruación. Fue algo muy hermoso y excitante, saborear su semen mezclado con la sangre de mi periodo, definitivamente he rebasado mis límites. Me sentí tan sucia y sumisa, dejando su verga limpia para disculparme por haberlo manchado. Le mostré mí lengua como perrita traviesa para que viera que me había tragado todo su semen. Me levanté y le di un abrazo con mucho cariño y lo miré a los ojos, él me correspondió con un beso de lengüita muy apasionado. El suelo quedo manchado de mi sangrado menstrual, mis piernas escurridas de sangre escarlata y nuestra lujuria satisfecha.
—¡¿Estuvo increíble verdad?¡ —Me dijo sorprendido.
—¡Sí, papi! ¡Estuvo riquísimo! ¡Me encanto! —Le dije extasiada.
—Te dije que te iba a gustar más preciosa, porque en estos días andas más sensible.
—Me encantas papi, sabes mucho, eres un experto ¡Eh!
—Son cosas que he aprendido, para complacer a las mujeres hay que ...