1. El bautizo campestre: La primera noche


    Fecha: 21/05/2024, Categorías: Infidelidad Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... Estéreo con El Rito llenaba la atmósfera. Andre, luego de su orgasmo, me abrazó tiernamente, dándome un beso en la mejilla. –Te toca-, articuló con sus labios, mas no emitió sonido alguno.
    
    La casona colonial se encontraba ubicada a unos 50 km de la ciudad, al final de una senda de tierra bien mantenida, a dos cuadras de la nada. Andre, abrió el cierre, sacó mi corneta medio dura y le dio una asombrosa mamada.
    
    Antes me lo había chupado, pero nunca como en ese momento. Lo hizo con tal maestría que en menos de 5 minutos logró que tuviera una de las más poderosas corridas que hasta ese entonces había experimentado. Se tragó todo el semen cosa que tampoco nunca había hecho. El resto del camino a la casa de Don Arturo pasó sin incidentes y en casi completo silencio.
    
    III
    
    Al llegar, iríamos directo al que sería nuestro alojamiento por los siguientes 5 días, pero Andrea me pidió la acompañara al baño. Ahora que lo pienso, ese detalle, esa demora, resultó crucial.
    
    La habitación consistía en una pieza grande, de adobe, de unos 6x6 metros y unos 4 de alto. Desde la entrada se podía ver, en las murallas del frente y la izquierda, a dos grandes ventanas. A modo de cortinas, estaban sendas tapas de madera las que durante la noche se cerraban con gruesos postigos de semi oxidado acero.
    
    A la derecha de la entrada estaban las camas (plaza y ½). Una al lado de la otra, apenas separadas por estrechos pasillos de unos 70 cm. Noté que entre cada cama había un velador o mesa de ...
    ... noche con una pequeña lámpara.
    
    Al fondo dormía Enrique y como Mario llegó primero, había tomado para sí la de la otra esquina, quedando sólo la del medio para nosotros. Dejamos las cosas sobre la cama. Comenzamos a ordenar nuestro rincón de amor.
    
    Yo: oiga reina, me siento mal por algo que hice y quiero hablarlo contigo… -cuando levanté la vista vi en su rostro una sonrisa burlona y divertida, eso me relajó.
    
    Andrea: jejeje… yo también me di cuenta que Mario y Enrique nos veían. Y sabes? No, mejor que no, porque después andas hablando de más como todos los poco hombre que conozco.
    
    Yo: Mire, mijita, no puedo hacerme cargo de las bostas que usted haya conocido en el pasado, pero yo no soy de esos, así que si quiere, puede cantar con toda confianza… que no me interesa juzgarte, sino conocerte. De ese modo, será más sencillo para mí complacerla.
    
    Andrea: -sonrojándose- no sé por qué, pero me excitó mucho, muchísimo el saber que me observaban, pero después del orgasmo sentí mucha vergüenza también…
    
    Yo: oiga… de qué vergüenza me hablas si me diste la mamada del siglo…
    
    Andrea: -sonrojándose- bueno… es que me dio vergüenza después de chupártela…
    
    los dos: jajaja.
    
    Yo: bueno, si estamos en esa, debo decir que al principio me molestó que estuvieran viendo aunque no mostrabas nada excepto las piernas, pero me terminó gustando también. Oiga… pero al final qué fue más grande: la vergüenza o la excitación y el placer.
    
    Andrea: mmmm… creo que… no. Estoy segura que me ...
«1234...»