1. Una fina dama


    Fecha: 23/05/2024, Categorías: Hetero Autor: tuarek, Fuente: CuentoRelatos

    ... podía evitarlo, no quería evitarlo; comenzó a oler mi cuello, a acariciarme la nuca y revolverme el cabello, me dio un suave beso en la mejilla y fue dándome más antes de susurrarme al oído…
    
    -corazón, ayúdame con el cierre, quieres?- mis manos que estaban congeladas en su cintura, reaccionaron a su suave pedido, aunque ella termino guiándome a su espalda hasta encontrar la cremallera y sentir donde bajaba el cierre, comencé a jalarlo con suavidad y este se deslizó, primero pase por sobre el broche de su sostén, luego baje hasta que llegó a su espalda baja y ahí se detuvo.
    
    -tócame, quiero tus manos en mi espalda- otra orden que no resistí.
    
    Comencé a meter mis manos por debajo de la espalda del vestido, sentí su piel cálida y suave, era como tocar seda, deslizaba mis manos por ella, sentí el borde de su prenda interior, obviamente tocaba más debajo de su cintura. Ella deslizo el vestido por sus hombros, revelando primero su busto hasta que se terminó de deslizar a la altura de sus caderas; su vientre, su ombligo pequeño, apenas una tira horizontal, aunque tenía algunos rollitos en su cintura por efectos de la vida, tenía un seductor encanto.
    
    Se sentó otra vez al borde de la cama y me hizo acercarme, fui a ella y comenzó a acariciarme el pecho, me levanto la camiseta y me beso en el estómago, eso me prendió mucho, me soltó el pantalón y tiró de él, dejándome solo con el bóxer, soltó una risita de placer, al tiempo que se inclinó sobre mi erección presionando con su ...
    ... barbilla, eso me dolió un poco, pero hizo que se me pusiera aún más dura.
    
    -lo que podría gozar mi sobrina contigo y no imagina- dijo al momento de bajarme el bóxer, mi verga saltó en reflejo, lo que mereció una expresión de alegría de ella, me lo agarro y comenzó a jalármelo, yo no pude más que poner mis manos sobre mi cabeza, no me atrevía a tocarla, pero ella me instigo.
    
    -vamos corazón, aprovecha que hoy eres mío- me miró a los ojos, esa hermosa cara, sus ojos grandes y negros brillaban, su boquita fina parecía más roja, puse mis brazos sobre sus hombros, ella se quitó el vestido deslizándolo por su cadera y mostrando toda su lencería de seda color carmesí, resaltando con intensidad su piel.
    
    Me hizo acostar en la cama y siguió frotándome la verga con energía, a la vez que me besaba el cuerpo y yo trataba de alcanzar sus pechos, ella se recogió el cabello en una cola mientras giró el cuerpo y puso sus nalgas frente a mí y su boca se fue encima de mi verga, me estremeció al sentir sus labios húmedos comenzando a envolverme el miembro y su lengua explorando, con su mano me acariciaba las bolas y me frotaba las piernas, me estaba llevando a la gloria con ese mover, chupar y frotar.
    
    Sentada encima de mí, se quitó el sostén y sus pechos quedaron libres, eran redondos y pesados, la piel tenía el mismo tono claro y terso de su cuerpo, ligeramente unos pliegues bajo los pechos, pero eran una vista maravillosa, sus pezones tenían una forma más o menos redonda, y un color ...
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