1. Primeras experiencias de mi sumiso con una fucking machine


    Fecha: 30/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... miré para decirte que quería desayunar, pero chasqueaste tus dedos en señal inequívoca de que querías que lamiera tus pies. Y eso hice, mientras te escuchaba hablar de procesos y procedimientos, y de ese nuevo compañero que había tratado de saltarse a la torera tu trabajo de un trimestre.
    
    Escuchaba la conversación, pero tenía todos mis sentidos puestos en disfrutar de mi desayuno favorito; tus pies. En un momento dado, me diste pataditas e interpreté que debía ser la hora de mi reunión, así que desnudo y con mi collar, me conecté a la conference call y me excusé por no poder poner mi cámara:
    
    “Ejem, buenos días. Siento el retraso. Con vuestro permiso no conectaré la cámara. He de confesar que me he quedado dormido y no estoy presentable”.
    
    Te vi sonreír. Mis compañeros gastaron alguna broma, pero poco a poco conseguí que algo de sangre llegara a mi cabeza para organizar el maratón de reuniones que me llevó hasta las dos de la tarde prácticamente sin pausa. Entre reunión y reunión, te llevaba un café, nos besábamos o charlábamos de cosas del trabajo de uno y del otro. Estaba feliz. Estábamos pletóricos. Nos había costado bastante tiempo que todo fuera normal, y desde hacía unos meses, lejos de ser normal, era todo mágico y maravilloso.
    
    Al dar las dos y media, dimos por cerrada nuestra jornada laboral, nos duchamos juntos y me propusiste ir a dar una vuelta por el centro para comer y luego aprovechar que estábamos por allí para comprar algunas cosas. Me pareció ...
    ... un buen plan, y después de ducharnos, nos vestimos y salimos para la calle Serrano.
    
    Comimos en una terraza de un restaurante mexicano que hay en la calle Ayala, nos tomamos un interminable y delicioso café, y cuando pedí la cuenta te acercaste a mí y deslizaste un huevo vibrador dentro del bolsillo de mi pantalón vaquero mientras que, acercándote a mi oído, me susurraste:
    
    “Ahora entras en el baño y te lo metes en ese culito tragón que tienes, cariño. Está claro, ¿verdad?”.
    
    Contesté con un “Sí, Ama” y me dirigí a cumplir tus deseos. Al salir ya habías pagado y mientras pulsabas el botón de máxima intensidad en la aplicación que tenías instalada en tu teléfono y que dirigía el huevo que tenía en el culo, me diste un azote y me dijiste:
    
    “Andando, bonita… verás qué tarde tan divertida vamos a pasar. Yo comprando y tú llevándome de aquí para allá con el huevo dentro”.
    
    Sonreí, te di un beso, nos regalamos un “te quiero”, y comenzamos a pasear por la zona. Al principio entrábamos y salíamos de tiendas de ropa. Te probaste de todo en un montón de tiendas, y el número de bolsas iba aumentando cada minuto.
    
    Merece especial atención una parada en una tienda de zapatos. Te encanta que sea yo quién, de rodillas, te ponga y quite los zapatos. En esa ocasión, te probaste unas botas de cuero altas con cremallera a un lado. Yo estaba de rodillas, ayudándote a meter tus pequeños pies en esas botas tan altas que te sentaban tan bien mientras, con el otro pie jugabas con mi ...
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