1. Lucía, dominación y sexo en la Roma imperial (Primera Parte)


    Fecha: 30/05/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: elzorro, Fuente: CuentoRelatos

    ... comentario ni trató de proteger a su esclava. Después de todo había intentado fugarse y aquel hombre valoraba la lealtad.
    
    - Te doy 50 por ella. - propuso el comerciante.
    
    Marco aceptó la oferta sin pensárselo mucho, después de todo no le importaba lo más mínimo la suerte que pudiera correr una traidora.
    
    Esa misma tarde habló con su hija. Una familia recién llegada de Pompeya les había invitado a cenar en su casa el sábado.
    
    - Sabes, tienen un hijo que busca mujer y les he dicho que te consideren como candidata.
    
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    La víspera de la cena, Livia entró en los aposentos de su hija y fue directa al grano.
    
    - ¿Te has acostado con alguien? Y no, no me refiero a ese chico con el que te morreaste hace años.
    
    - ¡Madre!
    
    - Hija, hay que estar preparada. Tu futuro marido querrá meterla y tu tienes que tener cierta experiencia.
    
    - ¿Y cómo propones que obtenga esa experiencia de la que hablas?
    
    Siguiendo las órdenes de su Domina, Úrsula fue en busca del jardinero. Al llegar a la altura de un fuente de piedra le vio. El sol caía sobre sus anchas espaldas mientras atendía con mimo a un rosal. La esclava se quedó mirándole con deseo durante unos instantes antes de hablar.
    
    - Paris, la Domina requiere tu presencia.
    
    El hombre se volvió y asintiendo siguió a la escultural mujer.
    
    - Domina. - dijo Úrsula dejando entrar al jardinero.
    
    - Espera, no te retires. Esto también te concierne a ti. - dijo dirigiéndose a la esclava.
    
    - Madre ¿Qué ...
    ... pretendéis? - intervino Lucía.
    
    - Enseñarte lo que es el sexo. - dijo haciendo ruborizarse a su hija.
    
    - Esclavos, desnudaros. - ordenó a continuación.
    
    Úrsula y Paris se mostraron sorprendidos al principio, pero, habituados a recibir órdenes, se quitaron la ropa.
    
    Livia caminó alrededor de los esclavos mirando con aprobación sus cuerpos atléticos. El culo de Úrsula era perfecto, carnoso, firme y femenino. Sus pechos parecían moldeados por las manos de un escultor y su coño, rasurado, invitaba a la exploración. El varón estaba a la altura, su trasero redondo, prieto, las nalgas firmes divididas por una suculenta raja de la salían algunos pelos rebeldes. El pene, todavía dormido, impresionaba y era hermoso a su manera.
    
    La madre de Lucía acarició las nalgas de Úrsula y después, agarrando el falo de Paris, se dirigió a su hija mientras frotaba el capullo con el pulgar.
    
    - Dependes de lo que quiera tu marido, pero tienes que se tú la que tome la iniciativa. No esperes besos y caricias. Muchos quieren ir a lo práctico, a metértela cuanto antes. Pero para que haya placer todo tiene que estar bien engrasado. Toma tu tiempo, juega con su miembro, lámelo, bésalo, mételo en la boca si es necesario y luego dales la espalda, inclínate sumisa y descubre el trasero, abre las piernas y ofréceles el coño. Pide que te lo chupen, que exploren. Ellos se sienten poderosos poniéndote a cuatro patas.
    
    - Pero... y si hay amor.
    
    Livia soltó una carcajada.
    
    - Tú hazme caso y prepárate ...