1. Un compañero inesperado


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos

    ... dispusieron a comenzar su sesión de yoga, Alicia decidió que era el momento de despojarse de la sudadera. Su cuerpo entallado en la elástica licra no pasó desapercibido para Daniel, quien no pudo evitar elogiar lo hermosa que se veía ese día.
    
    ─ Estás increíble, Alicia. Ese conjunto te queda perfecto. ─ le dijo Daniel, admirando su figura.
    
    ─ Gracias, Daniel. Me alegra que te guste. ─ respondió Alicia, disfrutando de la atención que recibía.
    
    Mientras transcurría la sesión, Alicia notaba que Daniel no le quitaba el ojo de encima. El top ajustado estaba haciendo bien su trabajo, y Alicia se divertía coquetamente ofreciendo una mejor vista de sus tetas a Daniel. En un momento, Alicia le comentó que necesitaba ayuda con la postura de ayer y se colocó boca arriba de nuevo.
    
    ─ Daniel, ¿puedes ayudarme a corregir mi postura? ─ preguntó Alicia, mirándolo de manera sugerente.
    
    ─ Por supuesto, Alicia. Aquí estoy para ayudarte. ─ respondió Daniel, acercándose a ella.
    
    El volvió a estirar sus brazos, y esta vez los senos de Alicia parecían querer salir del top. Sus pezones duros se adivinaban perfectamente a través de la tela y Daniel los miraba con deseo. La tensión sexual entre ellos iba en aumento, y Daniel se colocó por la parte de las piernas de Alicia, repitiendo lo que habían hecho el día anterior. Alicia, obediente, flexionó sus piernas, y nuevamente sus entrepiernas se rozaron.
    
    ─ ¿Está bien así, Alicia? ─ preguntó Daniel, sintiendo la electricidad entre ...
    ... ellos.
    
    ─ Sí, Daniel, es perfecto. Puedo sentir la diferencia. ─ respondió Alicia, sin poder evitar que su voz temblara un poco.
    
    La tensión sexual seguía aumentando, y Alicia decidió dar un paso más. Le pidió a Daniel que echara su peso un poco más sobre sus piernas, para poder flexionarlas aún más. Y en ese momento, Alicia pudo sentir perfectamente la dureza del miembro de Daniel, su coño parecía querer envolverlo con sus labios. Un leve movimiento de cadera de Daniel hizo que soltara un leve gemido. Sus miradas se encontraron en un momento de conexión intenso, dejándoles en claro que la atracción que sentían era mutua.
    
    ─ Alicia... ─ susurró Daniel, sintiendo la tensión entre ellos.
    
    Alicia volvió a ser consciente de que estaban en el parque y se incorporaron rápidamente, tratando de disimular lo que acababa de suceder. Sin embargo, la tensión sexual entre ellos se mantuvo durante el resto de la sesión, y ambos se encontraban inquietos y excitados cada vez que se cruzaban. Cada postura y cada contacto entre sus cuerpos alimentaban esa conexión que iba más allá de lo físico. Ambos sentían una atracción magnética, y a pesar de los intentos por disimularlo, sus emociones eran evidentes.
    
    Terminaron la sesión de yoga, y como de costumbre, se dirigieron a la cafetería. Alicia volvió a entrar al baño y repitió sus actos anteriores, pero esta vez se permitió acariciarse de forma intensa su empapado coño durante unos segundos. Al reencontrarse con Daniel, ella le sonrió con ...