1. Humillando a mi sumiso con un invitado


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Dominación / BDSM Autor: DominAma, Fuente: CuentoRelatos

    ... él, afianzado, intenta metértelo en la boca. Es un trabajo imposible, pero lo chupas como si fueses a lograrlo. El pintalabios está marcado a lo largo y ancho de sus pies, puedes ver tu recorrido por ellos.
    
    Observas que me levanto, mientras nuestro invitado sigue queriendo follarte la boca con su pie. Te incorporas un poco con el ánimo de no perderme de vista, pero su otro pie te aplasta la cabeza contra él, contra el suelo. Así, aprisionado entre su 44, ves cómo mi vestido cae al suelo. Con delicadeza libero tu cabeza y te susurro que me estás haciendo sentir muy orgullosa, que quiero que sigas lamiendo sus pies y que empieces a subir en cuanto yo vuelva al sofá. Susurras un "Sí, Ama" y vuelves a dedicarle la atención de tu boca. Sientes cómo me sitúo detrás tuya y te separó un poquito más las piernas. No la tienes dura, pero sí estás muy mojada. Deslizo mi mano entre los rombos de tus medias y sorteo el encaje rojo. Estás tan húmeda… empiezo a pasear mi mano y tu pollita reacciona, alegrándose de sentirme. En cuanto tengo suficiente, rompo las medias en la entrada de tu culo y empiezo a mojarlo con mi mano empapada, bajando un poco las braguitas. Te escucho suspirar y me oyes decir:
    
    Ofrécete, zorra.
    
    Tus manos, que hasta ese momento te sostenían, se dirigieron a tu culo, abriéndolo para mí a través de las recién rotas medias de rejilla. Tu equilibrio se vio trastocado por tu ansia al obedecer mi orden y caíste con más fuerza sobre los pies de nuestro invitado; ...
    ... seguiste lamiendo con afán. Me dediqué con más mimo a tu culo. Escupí un par de veces sobre él y empecé a deslizar un vibrador pequeño, apenas un huevo de 7 cm de largo por 2.5 cm de ancho. Un ligero mete-saca tres veces bastó para perderlo dentro de ti. Te subí las braguitas y di un azote, diciendo en alta voz
    
    Pues ya está, princesa
    
    Dándote a entender que podías volver a apoyarte sobre tus manos. Volví a mi sitio en el sofá, tan solo con el tanga y con las piernas flexionadas y abiertas. Él deslizó inmediatamente su mano hacia mi coño y tú, cumpliendo mi orden anterior, empezaste a subir por sus piernas. Lo hacías con prisa, queriendo ver cómo se movía su mano sobre mi sexo. Me escuchabas gemir, y eso te volvía loco. Pronto llegaste a la altura de su rodilla y pudiste comprobar lo que él estaba haciendo… y como yo había desabrochado su pantalón y jugaba con su polla ya liberada.
    
    Cariño, ayuda a nuestro invitado a que se ponga cómodo, le está sobrando la ropa.
    
    Te lo digo sonriendo, guiñándote un ojo. Él está encantado y levanta un poquito su cuerpo del sofá para que tú deslices sus pantalones y calzoncillos sin mayor impedimento. Los doblas y dejas a un lado en el suelo, junto a sus zapatos. Te pones de pie y con cuidado le sacas la camiseta, que dejas perfectamente doblada sobre las demás prendas. Me miras, acabo de encender el vibrador de tu culo. De momento no es más que un pequeño hormigueo, pero lo recibes con alegría mientras sigues mojando la lencería.
    
    Ven ...
«12...567...12»