1. Soltero por un fin de semana (Parte I)


    Fecha: 07/06/2024, Categorías: Incesto Autor: vule69, Fuente: CuentoRelatos

    ... doll color turquesa que dejaba notar un par de apetitosos y erectos pezones y que a duras penas le tapaba su coño y culo.
    
    La película había terminado. Su segundo trago estaba a medio terminar. De improviso se irguió en su lugar y mirando el vaso que tenía en la mano comenzó a hablar más para sí que conmigo.
    
    Feña: es un desperdicio que te deje servido… oye primo, tienes alguna película como la que acaba de finalizar.
    
    Yo: mmmm… ya sé, dame un segundo.
    
    Fui directo al cuarto de la mesa de pool. Abrí el cajón indicado y… ahí estaba el que estaba buscando. Tomándolo, me devolví raudo al living. En cuanto llegué, subí un poco la intensidad de la luz y junto con ver dónde tenía que insertar el DVD, también vi el tremendo y depilado coño que mi prima se gastaba.
    
    La verga me reaccionó de inmediato. Sin embargo, me hice el de la chacra, bajé nuevamente la luz, pero no como estaba y tomé asiento donde mismo estaba antes.
    
    Tomando el control remoto le dije a Feña que se acomodara para empezar y, ni tonta ni perezosa, se recostó apoyando sus hermosos pies sobre mis muslos, dejando sus piernas lo suficientemente abiertas para verla, pero lo adecuadamente cerradas como para pensar que no era a propósito el estar mostrándose.
    
    Los primeros minutos pasaron sin pena ni gloria. Noté un cambio en la disposición de Feña con respecto a la película cuando se dio cuenta que la protagonista era su prima. Entonces, pude ver, al toparse nuestras miradas, asombro, deseo y vergüenza ...
    ... ajena.
    
    Entonces, volví a dirigir mi mirada hacia la televisión, pero esta vez comencé con suaves caricias, primero en sus pies, subiendo con parsimonia, posando mis manos en sus gemelos desde donde, luego de un par de minutos seguí hasta sus contorneados muslos. Así estuvimos varios minutos hasta que de pronto fue abriendo las piernas lenta pero inexorablemente.
    
    En la pantalla, Tare aparecía clavada por las pollas de dos de mis amigos, uno de ellos era el chico Ernesto. Los ojos de Feña no daban crédito a lo que veían. La vergüenza fue perdiendo terreno en favor de la calentura.
    
    Cuando la separación entre ellas fue suficiente, flexionó las rodillas y al tiempo que levanta sus caderas con rítmicos movimientos ascendentes, dijo con la voz ronca de deseo, -hazme lo mismo que le hiciste a mi prima, por favor o es mucho pedir- Su voz terminó como una súplica en la boca de una puta hecha y derecha.
    
    Sin perder un segundo, reanudé las caricias, pero esta vez el recorrido incluía un depilado y húmedo coño. Con leves gemidos me dio a entender que le gustaba. Entonces me aboqué a su ya medio erecto clítoris. Su rosado coño ya hinchado por el deseo, emanaba fluidos abundantemente, anticipando el venidero orgasmo… Sus gemidos se transformaron en gritos roncos que denotaron su llegada al clímax.
    
    Acompañaban al intenso orgasmo, espasmódicos movimientos que trataban de sacar mi mano de su clítoris. Mientras se calmaba y quitaba el pijama, con mis dedos anular y corazón penetré su ...