1. Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (3)


    Fecha: 08/06/2024, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    Mari totalmente quieta, como si estuviera petrificada, miraba como su hijo recorría el camino al baño. En su mano llevaba la ropa de cambio, aunque no reparó en aquello, solo en que en nada estaría bajo la ducha.
    
    La puerta se cerró, escuchó el clic metálico de la cerradura, pero no del pestillo. La entrada seguía estando abierta y la posibilidad de ver a su hijo desnudo en la ducha también. Se pasó la mano por la frente, notándose acalorada, por un instante pensó si aquello podría ser fiebre. Su conciencia se rio de ella al instante, “¡¿fiebre…?! Sabes muy bien lo cachonda que estás”.
    
    Bajó los parpados con fuerza, todavía no podía darle sentido a lo que sentía por su hijo, un amor que había traspasado fronteras y que necesitaba ser demostrado de otra forma. Levantó la cabeza mirando a la pared, una pared que separaba un lavabo donde Sergio se miraba desnudo y con un pene erecto.
    
    Mari desearía tener visión de rayos X para poder ver tras el muro, porque no se atrevía a dar el paso y abrir la puerta. Por un lado quería que pasase, necesitaba estar con su hijo y que… algo más surgiera. Pero solamente imaginarse ese último paso le daba vértigo. Estaba delante de un precipicio y no sabía cómo lanzarse para no matarse.
    
    Aun así, su subconsciente era ya demasiado poderoso como para detenerla. Sin saber cuándo había sucedido, su mano diestra había desabrochado el botón del pantalón y con ansia, bajaba la cremallera. Se puso de pie pensando en cambiarse de ropa, aunque ese ...
    ... no era su verdadero cometido.
    
    Llevaba un tiempo dándose placer a sí misma, no le era para nada extraño sentir esa fogosidad entre sus piernas, pero aquello era una hoguera. Todo el viaje había contenido sentimientos, los cuales tenía ganas que se desparramaran por su cuerpo.
    
    Sin embargo, debía esperar el momento, la situación idónea, no podía abordar a su hijo mientras se daba una inocente ducha y proponerle la indecencia, debía ser otro momento, tenía tiempo. Lo que Mari no quería era que aquel fuego de su interior la hiciera perder los papeles, todo tenía que ser perfecto.
    
    Sus dedos se habían introducido por el pantalón y bajaron la prenda en un instante, aunque no solo eso, también hizo que la ropa interior se deslizara por sus piernas. Una mata leve de vello asomaba alrededor de su sexo, lo había descuidado esta semana con el objetivo de obtener un apurado perfecto, para algo había traído las maquinillas de afeitar.
    
    Su mano con delicadeza descendió hasta la zona más íntima de su ser, sintiendo una liguera humedad al palparla. A la par escuchó de fondo el agua que su hijo dejaba correr, sabiendo que tenía tiempo se apretó su mojado sexo con fuerza. El clítoris fue presionado con dos dedos y el roce de los demás con los labios vaginales le hizo recostarse con fuerza en la cama y suspirar.
    
    “Dios… Espero que no lo haya escuchado” pensó después de emitir tal sonido de placer sin quitar la mano de su preciado sexo. El primer movimiento le hizo morderse el labio ...
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