1. Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (3)


    Fecha: 08/06/2024, Categorías: Incesto Autor: LilithDuran, Fuente: CuentoRelatos

    ... para contenerse. No entendía que estaba haciendo, su mente racional había escapado a otro lugar y solo quedaba la parte salvaje. Necesitaba vaciarse para tener algo más de sensatez, quería que aquello fuera un día especial, no la caza del gato y el ratón por el placer del sexo.
    
    El dedo corazón se acercó demasiado a una entrada que suplicaba por llenarse. Ella no dijo que no a sus ganas y recostada en la cama, escuchando el eco del agua, metió un dedo en su interior.
    
    Lo movió como bien sabia y le gustaba. Dentro de ella los innumerables nervios sentían cada movimiento, cada roce de aquel dedo travieso que se movía inquieto. Pero no era suficiente, otra más entró en la cavidad proporcionando una sensación de estar repleta solo a la mitad. “Necesito algo más grande…” pensó totalmente eufórica y llevada por la lujuria.
    
    Sacó de su interior ambos dedos, llenos de fluidos calientes que rebosaban en su mano. Siguió dando un masaje a su clítoris, cada vez a un ritmo mayor que sin saberlo, se asemejaba al que su hijo hacía en la ducha.
    
    Pensó en Sergio, en ningún otro hombre. En cómo podría aparecer y dejarse caer mientras ella tenía las piernas abiertas sobre la cama. Toda su magnitud, todo aquello que vio en el jacuzzi de su hermana, “menuda polla…” rugía su mente totalmente acelerada.
    
    Todo el sexo de su hijo la llenaba de una forma increíble, como si algo la atragantase en la garganta, pero siendo en lo profundo de su vagina. La mano cada vez más rápida se movía entre ...
    ... el sonido de los fluidos que chapoteaban en su mano.
    
    “¿Qué puta locura es esta?” pensó por un momento al ver su mano furiosa masajear su sexo con desenfreno. Respiró acelerada porque sabía lo que se avecinaba. Se dio el último placer, una imagen mental de su hijo con un rostro casi enojado por el esfuerzo golpeando una y otra vez su cadera contra ella. En su interior la tremenda herramienta la horadaba una y otra vez con excesiva fuerza incluso haciendo que la cama rechinase.
    
    Su cabeza gritó un sí constante al sentir como los placeres más primigenios de la humanidad inundaban su sexo, y ella aceleraba aún más el movimiento de sus dedos. Vio realmente a su hijo haciéndola eso… “Follándome”, y por un momento lo sintió tan real que con un hilo de voz soltó.
    
    —Hijo, —había sido demasiado alto… en el mismo instante bajó el volumen— fóllame.
    
    El orgasmo llegó y todo su cuerpo se contorsionó como una serpiente. Su espalda dejó de tocar la cama mientras su cabeza golpeaba en esta con fuerza. Sus piernas se abrían y cerraban frenéticas aprisionando y soltando su mano que ahora seguía de forma más pausada en su clítoris.
    
    El rostro estaba en llamas, sus pechos explotaban en subidas incontrolables tratando de llenar de aire unos pulmones que eran insaciables. Se pasó la lengua por sus secos labios queriendo humedecerlos, incluso la garganta se le había secado, siempre eran así los orgasmos, siempre que Sergio tenía algo que ver.
    
    Alzó la mano al aire y todavía tumbada en ...
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