1. El convento (II)


    Fecha: 09/06/2024, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Marquez X, Fuente: CuentoRelatos

    ... sobre mí cara!
    
    Laetitia enrojeció, pero hizo caso del marisquero, total hacia la voluntad del señor, puso su redondo y gordo trasero sobre la cara del caliente Massimo, éste le abrió las nalgas con sus manos y metió su lengua en lo profundo del ojete de la monja, la habilidosa lengua del vendedor de mariscos regalaba el mayor de los placeres a la alegre monja, que estaba súper excitada, sus fluidos vaginales resbalaban por el mentón del enfermo, que disfrutaba comiendo de ese culo celestial, alternaba la lengua con sus dedos, logró meter tres de ellos hasta la última de las falanges, luego con una de sus manos apoyada sobre la cofia de la monja, la hizo descender hacia su erecta polla, Laetitia que ya no parecía la alegre e inocente monja, devoraba con gran placer la polla de don Massimo, llegó al punto de tragarla entera!
    
    Minutos después de un sincronizado 69, con el orto ya dilatado por la lengua y los dedos de don Massimo, la monja se levantó para luego acuclillarse sobre la polla del enfermo, que esta vez sí pudo entrar por el ojete de la excitada Laetitia, que gemía ahogando gritos de dolor y placer, por fortuna la tempestad los enmudeció.
    
    El culo de la monja subía y bajaba por todo el tentáculo de don Massimo, que gemía como búfalo, la gorda polla llenaba de placer a la hermosa francesa, que por vez primera experimentaba la maravillosa sensación de un orgasmo, que escena tenía ante si el enfermo, veía como su polla se perdía en los gordos cachetes de la ...
    ... monja, se veía súper sensual con su cofia y el rosario entre sus enormes melones, que apretaba con fuerza, hasta que no aguanto más, con su fuerza ya recuperada, sacó su polla del culo de la monja, se irguió con la polla en su mano, Laetitia quedó de rodillas a la espera de la semilla del marisquero, pues según ella le había dicho, ahí residía el último vestigio de enfermedad con el que debía regar su rostro, para poder sanar del todo!
    
    El entusiasmado Massimo explotó en una gran eyaculación con la que bañó todo el rostro de la sacrílega monja, el marisquero le restregó la polla por el hermoso y profano rostro de Laetitia, que acto seguido movida por el instinto del sexo, se metía toda la polla de don Massimo, limpiando hasta la última gota!
    
    M - Hermana muchas gracias por su divina intervención, sentí que me moría, pero gracias a usted y sus cuidados soy un hombre nuevo!
    
    L - Amén hermano, solo hice la voluntad de nuestro señor, ahora por favor duerma, mañana se podrá ir a su casa, pero por favor no vaya a comentar nada de lo ocurrido en esta bendita noche!
    
    M - Se lo juro hermana, la gloria del señor sea para usted!
    
    L - Amén
    
    En la habitación contigua, estaba don Fabrizio el herrero de 29 años que ardía en fiebre, era atendido por la monja rusa Varenka, le espectacular belleza eslava de cabello rubio y ojos grises, que después de darle medicamentos y ponerle una compresa fría en la frente de su paciente, leía algunos pasajes de la biblia, minutos después sentada en ...
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